POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ
En más de una ocasión, el historiador tacneño Jorge Basadre señaló que la historia republicana del Perú era una historia de oportunidades perdidas. Sin embargo, para don Jorge la República era también el momento de aparición de numerosas oportunidades y de una esperanza de vida colectiva.
Tal pareciera, –y me duele sobre todo Moquegua, por el silencio ominoso de muchas de sus principales autoridades, políticos, medios de expresión, sociedad civil, colegios profesionales y hombres de prensa–, que bien por los tres motivos del oidor, o por falta de carácter, ignorancia del tema, o qué se yo, obvian hacer el más mínimo comentario respecto a las declaraciones hechas tanto por el señor presidente de la República y su ministro de Transportes y Comunicaciones, respecto al costo que tendría el tramo ferroviario entre Ilo y Desaguadero: US$ 7,500 millones de dólares por un tramo de 360 kilómetros aproximadamente, es decir US$ 20.83 millones por kilómetro.
(Al respecto un comentario: revisando cifras en países de geografía similar a la nuestra tales como Colombia o México, vemos que al año 2016 el costo por km. de vía férrea, en el caso del primero oscilaba en trocha estándar sencilla, entre US$ 1.125, en terreno plano a US$ 3.258, en terreno medianamente ondulado o accidentado. En el caso de México, calculan que la construcción del “Tren Maya”, –1500 kilómetros–, uno de los proyectos bandera de la administración de Andrés Manuel López será de 1.468 millones de dólares; es decir un millón de dólares por kilómetro. ¿Qué dicha cifra no es real? …Es posible, pero no puedo dejar de señalar que en España un tren de última generación de vía doble construido entre Torquemada y Quintana de la Puente costó por kilómetro US$ 2.123.855).
Aquí cabe también mencionar que el kilómetro de carretera en América Latina cuesta 7 veces más que en Europa, sobre todo en aquellas vías que no son muy complejas geográficamente y que por lo tanto no requieren grandes inversiones, pero que sin embargo pueden costar 1,2 millones de dólares en la región, contra 178 mil en el viejo continente.
¡Y claro está, que es harto difícil calcular y/o precisar cuántas horas hombre y maquinas se requirieron, qué tanto material se utilizó, etcétera! La corrupción en esos y en muchos otros casos reina desde el ayer hasta el hoy a su gusto y antojo, a pesar de las protestas lucidas de hombres como González Prada, Mariátegui, Basadre, Quiroz y otros tantos, quienes constantemente son mencionados, pero no leídos ni imitados.
¡Y ojo: una forma de corrupción es también ocultar o deformar información en función a intereses subalternos!
Y ya que hablamos de impudicia, como señalara Basadre en otro lúcido ensayo, el verdadero Perú es un problema, pero también es una posibilidad, especialmente si no desdeñamos las lecciones del pasado y las posibilidades de desarrollo de la región Moquegua si se hace realidad el denominado Corredor Ferroviario Bioceánico Central, para lo que es vital la conjunción de todos los estamentos mencionados anteriormente.
No hacerlo será permitir como lo advierte Basadre que reinen “los Podridos que han prostituido y prostituyen palabras, conceptos hechos e instituciones al servicio exclusivo de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y sus apasionamientos. Los Congelados que se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nadie más existe y los Incendiados se han quemado sin iluminar, se agitan sin construir.
“Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata”.
“No permitamos que el Perú se pierda por la obra o la inacción de los peruanos”.