Moquegua: una cochera o la falta de carácter del alcalde provincial

“Mi amigo es tan simpático, tan educado, lo estimo tanto, que quisiera darle toda la razón. Desgraciadamente está completamente equivocado” – Bertrand Russell

POR: CESAR A. CARO JIMÉNEZ   

Y a decir verdad, la cita de uno de mis actores favoritos que recuerdo en esta oportunidad no se refiere al señor alcalde, a quien no tengo el placer o disgusto de conocer, sino al dueño de la cochera y el terreno, (esquina entre las calles Moquegua y Arequipa), donde está ubicado, a menos de cien metros de la denominada Plaza Mayor,  el horrendo y antiestético canchón que funge de playa de estacionamiento, ante la desidia e incapacidad quizás, de los funcionarios municipales, encabezados por el alcalde provincial John Larry Coayla, que es el máximo titular del pliego y que pareciera no tener conciencia de ello y que el ornato municipal es un aspecto crucial para el desarrollo y la imagen de una ciudad. ¡Y no hay ninguna sanción, pero si burla disfrazada en maquillar con mala pintura los viejos materiales que debieran ser reemplazados en su totalidad!

Y que por ornato se debe entender al conjunto de acciones y medidas que se toman para embellecer y mantener los espacios públicos, como parques, jardines, plazas y calles, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y promover un entorno agradable y limpio.  ¡Por ejemplo, porqué, al igual que otras ciudades más grandes que Moquegua, como Arequipa, no se genera un proyecto para desterrar de los aires del centro histórico, el enjambre de cables aéreos, eliminando un peligro latente a la par que da trabajo a personal calificado y manual en lugar de barajar posibilidades que no resisten un análisis costo beneficio como edificar una nueva sede municipal de varios pisos!

Otro aspecto importante del papel de los alcaldes en el ornato municipal es la promoción de la participación ciudadana. Los alcaldes deben fomentar la participación activa de los ciudadanos en la planificación y ejecución de proyectos de ornato. Esto puede lograrse a través de la creación o rehabilitación de comités vecinales, consultas públicas, programas de voluntariado y campañas de concienciación ciudadana. La participación de los vecinos no solo mejora la eficacia de las acciones de ornato, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y la identidad local, aparte de ser un elemento clave para la solidaridad y seguridad urbana.

Asimismo, los alcaldes tienen la responsabilidad de establecer alianzas estratégicas con el sector privado y la sociedad civil para promover el ornato municipal. Estas alianzas pueden ser clave para obtener financiamiento, recursos y apoyo técnico necesarios para llevar a cabo proyectos de embellecimiento y mantenimiento. Además, la colaboración con empresas privadas y organizaciones de la sociedad civil puede generar empleo local y contribuir al desarrollo económico de la comunidad, lo que muy bien podría lograrse creando un Patronato de cultura y desarrollo donde estén presentes todas las grandes y medianas empresas de la ciudad y el departamento.

La sostenibilidad es otro aspecto fundamental en el ornato municipal, y los alcaldes deben velar por su implementación. Esto implica promover prácticas razonables en la gestión de los espacios públicos, como la utilización de energías renovables, la gestión adecuada de los residuos sólidos, el riego eficiente de áreas verdes y la protección de la biodiversidad local y el medio ambiente. Los alcaldes también deben fomentar la educación ambiental entre la población para concienciar sobre la importancia de cuidar y preservar el ornato municipal y la reforestación de la ciudad. ¿Por qué no crear un programa que implique que cada ciudadano o familia de Moquegua y la región “adopten” un árbol?

En conclusión, señores alcaldes, su papel en el ornato municipal en Perú es fundamental para el desarrollo y la mejora de las ciudades. Su labor abarca desde la planificación y gestión del espacio público, hasta la promoción de la participación ciudadana, la creación de alianzas estratégicas y la implementación de prácticas sostenibles. Al embellecer y mantener los espacios públicos, los alcaldes contribuyen a crear entornos agradables, promover el turismo y sobre todo que no caigamos en el elogio de la desvergüenza al permitir burlas como lo que viene ocurriendo con la cochera anteriormente señalada.

La solución señor alcalde provincial no es que actúe como los clásicos monos que no ven, no escuchan y callan. La cuestión es avergonzarse y corregir. Es preciso encontrar una vía o forma de eliminar la desfachatez total de muchos. Y quienes no la sientan cuando debieran sentirla seguirán siendo estigmatizados como desvergonzados, pero me temo que nada o poco les importa. Y de continuar esta situación, también en otros lugares de la localidad, me temo que no podemos aspirar a ser la bella ciudad que Moquegua merece ser.

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