POR: ÁNGEL ROJAS ROSALES
Como para despertar las envidias ajenas, una gran noticia viene desde la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), y es que, según un informe propalado por esta institución, la región Moquegua, conjuntamente con las regiones de Ica y Junín vienen concentrando el 50.9 % del total de la inversión minera en lo que va del año.
Al respecto debe de señalarse que este año a nivel nacional se han invertido $. 1.624 millones de dólares, siendo que la primera región beneficiada con esta millonaria inversión minera es Ica con una inversión total de US$. 330.30 millones de dólares, cifra que representa un crecimiento del 44.7 % en relación al mismo periodo de tiempo en comparación al año 2018 en donde se invirtieron un total de $. 228.20 millones de dólares.
En segundo lugar, esta nuestra querida Moquegua con una inversión total de US$. 323.50 millones de dólares, en contraposición a lo invertido el año pasado, por lo que esta cifra representa un incremento del 220.5 %, siendo que, hasta el momento, en la región se ha invertido US$. 92 millones de dólares con la construcción del Proyecto Quellaveco ejecutado por el consorcio Anglo American.
En ese orden de inversiones, sigue Junín con $. 173.20 millones de dólares de inversión, en cuarto y quinto lugar se encuentran las regiones de Arequipa y Tacna, con una inversión total de US$. 11.80 millones de dólares y US$. 91.30 millones de dólares, respectivamente.
Al respecto, cabe señalar que de enero al mes de abril la inversión en este rubro a nivel nacional alcanzó un monto total de US$. 1,624 millones de dólares, lo que implica un crecimiento del 31.20 % en comparación a las cifras alcanzadas en el año 2018, lo que desde todo punto de vista resulta halagüeño para nuestra región, ya que ello es sinónimo de desarrollo y por consiguiente mayor empleo para la mano de obra moqueguana tan venida a menos últimamente, al margen de que con esta inyección de grandes cantidades de dólares en proyectos de inversión, se estaría estimulando la economía local, es decir, se echaría a andar todo un círculo virtuoso económicamente hablando en donde todos ganamos, desde el más pequeño comerciante hasta el gran empresario, pasando obviamente por la familia moqueguana que quiérase o no forma parte de este engranaje de características económicas y sociales.