POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)
El 27 de diciembre de 1821, el general José de San Martín hizo la primera convocatoria a elecciones a la ciudadanía, que pronto delegaría poder a sus representantes, tal como se estipulaba en el reglamento respectivo. Son 200 años desde que se hiciera esta convocatoria, que, a manera de un gran ensayo, sirvió de norte para el derrotero continuo que vendría después.
Una experiencia de esta naturaleza, resultaba singular para todos los peruanos varones, ya que las mujeres estaban excluidas de participación, y los moqueguanos guardaban las experiencias vividas entre 1809 y 1814, porque también habían participado en las elecciones por representantes a las Cortes de Cádiz, y en la elección de un cabildo constitucional, como dimos cuenta en una conferencia virtual, organizada por la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica Ciudadana del Jurado Nacional de Elecciones, y la Dirección Desconcentrada de Cultura de Moquegua.
Con esta convocatoria, se asomaba la práctica constante de la democracia representativa en el Perú independiente, que empezaba a construir su propio futuro, tras la restitución del Estado peruano soberano, después de casi tres siglos de perdida autonomía; la ruta por un destino mejor se encontraría con baches en el camino, obstáculos que llenaron de sombras, a lo que siempre debió ser luz.
Hemos leído las publicaciones de José Agustín de la Puente Candamo, Rubén Vargas Ugarte, Jorge Basadre, y Valentín Paniagua Corazao, entre otros, en lo correspondiente al Congreso convocado en 1821, todos coinciden en que fue la primera gran convocatoria ciudadana en el Perú republicano, porque este llamado, para participar en democracia, fue también para los peruanos de los territorios aun ocupados por los realistas, y que, por la presión de los partidarios a la monarquía, no podían elegir.
Para este primer gran proceso electoral republicano se tomó en consideración el último censo virreinal, a fin de determinar la cantidad de representantes que correspondían a cada departamento. El departamento de Arequipa, integraba a los que hoy son Arequipa, Moquegua y Tacna, incluidos los territorios que hoy se encuentran en soberanía chilena, correspondiéndole 7 constituyentes.
Uno de los elegidos por el extenso departamento de Arequipa, fue el moqueguano Pedro Antonio Alfaro de Arguedas y Angulo, que por entonces residía en Lima, ciudad en la que se determinó quien representaría a los ciudadanos de los territorios ocupados por los realistas, a fin de que todo el Perú se encontrará presente en la primera magna asamblea en el Perú.
No he leído publicación alguna con detalles de cómo se llevó a cabo el proceso en todo el Perú, pero si he leído el fondo documental Colección Diéguez del Archivo General de la Nación, donde se dan a conocer detalles de las elecciones en algunos lugares, sobre todo, del norte del país, espacio de oriundez de quien generó este conjunto documental, y que también estuvo en el Congreso Constituyente, don Tomás Diéguez de la Florencia, representante por Trujillo.
PEDRO ANTONIO ALFARO DE ARGUEDAS Y ANGULO
El representante que tuvo Moquegua en el Congreso Constituyente, fue Pedro Antonio Alfaro de Arguedas y Angulo, abogado, que fue bautizado después de 1790, en la iglesia de Santa María de Guadalcázar del Valle de Moquegua.
Era descendiente directo de Fernando Alberto de Arguedas y Uzquino, corregidor de Moquegua a fines del siglo XVII, y de Josefa Gutiérrez Daza y Peñaloza, cuya descendencia se mantuvo por varios siglos en la región.
Tuvo cargos directivos en el Congreso. Fue también tesorero del Colegio de Abogados de Lima. Estuvo al lado de José Faustino Sánchez Carrión, abogado y constituyente de 1822, como él, que desde 1818 estaba inscrito en el Colegio de Abogados de Lima.
