En las anteriores semanas a raíz de la prueba piloto del aeropuerto de Moquegua emergieron voces de discrepancia desde Ilo sobre la decisión gubernamental de su reapertura.
En el ínterin se dijeron en las redes sociales muchas adjetivaciones que hacen notar que subterráneamente hay un acentuado celo y chauvinismo entre Ilo y Moquegua ocasionado por los favoritismos que le suceden a ambas ciudades.
Desde nuestra experiencia personal corroborada por las estadísticas afirmamos, dejando algunas excepciones, que nuestro departamento tiene dos capitales: la primera por supuesto es la Capital política que le corresponde a Moquegua ciudad, la segunda es la Capital económica que le corresponde a la provincia de Ilo. La primera es constitucional y la segunda es de hecho y derecho.
No es para alarmarse o asustarse, le ha sucedido a varios países, regiones y departamentos.
Salvando las distancias, EEUU, la capital política Washington y la capital financiera-económica New York, los mismo con Bolivia entre La Paz y Sucre, Brasil entre Brasilia y Rio de Janeiro, Rusia entre Moscú y Petersburgo, Italia entre Roma y Milán, España entre Madrid y Barcelona.
Vamos a Perú, le sucedió a Ancash entre Huaraz y Chimbote, en Piura entre el mismo Piura y Paita-Talara, Puno entre la Puno ciudad y Juliaca. Se podría seguir agregando, sin embargo, esto no es una regla, ya que hay ciudades capitales que lo son políticas y al mismo tiempo económicas como es el caso de México.
COMPLEMENTOS DEL DESARROLLO
Esta característica tiene más de bueno que de malo porque cada ciudad asume un rol especial que deben complementarse para elevar el desarrollo de su espacio territorial.
Moquegua ciudad tiene un gran peso político. Entiéndase a la política, etimológicamente hablando, la administración del Estado. En Moquegua está la sede del Gobierno Regional, están casi todas las sedes de las Gerencias Regionales del sector público, están las sedes centrales de las Universidades tanto nacional como la privada, están los principales programas del gobierno nacional y proyectos regionales. Por tanto, centraliza el poder político de las decisiones.
Si bien tiene importantes actividades económicas estas no son elevadamente productivas. La agricultura es mayoritariamente dedicada a la alfalfa, los productos bandera como la palta, durazno, verduras tunas entre otros son de gran calidad, pero no de cantidad. La industria es resaltante con los vinos, piscos, dulces entre otros son muy famosos y de pequeña escala.
Moquegua ciudad tiene dos impactos multiplicadores económicos principales: el gasto público y la minería en operación y en construcción (Cuajone y Quellaveco).
De otro lado Ilo, no tiene una elevada concurrencia del sector público. Sus principales actividades son las productivas y comerciales.
Así tenemos que en Manufactura están la Fundición de Cobre, la Refinería de Cobre.
En Electricidad esta la Planta Térmica de ENGIE. Estas tres son de elevada productividad.
En Comercio destaca la exportación del cobre, plata, molibdeno, oro, ácido sulfúrico, aceite de soya, alcohol. La importación es diversa destacando el trigo, petróleo y el diésel, maquinarias entre otros.
Son varios Terminales físicos y de boyas al respecto. En pesca resalta la artesanal para fresco y congelado.
Adicionamos otras como el valor agregado al trigo, el turismo veraniego, y el rubro servicios. En este último están las micro, pequeñas y medianas empresas que destacan por su asociatividad y otras porque forman parte de los clúster minero-metalúrgico. La dinámica económica local de Ilo está en la combinación de las productivas con las de servicios.
Entre Moquegua e Ilo nos parecemos en la población, Moquegua distrito tiene 50,763 habitantes e Ilo 51,583 habitantes. También en que el servicio urbano de electricidad y agua es pésimo, además que somos ciudades de elevado costo de vida.
Sin embargo, tenemos grandes diferencias, Ilo siente que existe un centralismo moqueguanista que se expresa en la elevada concentración del presupuesto público y en las decisiones políticas unilaterales.
Somos un departamento desértico y con grandes necesidades, debemos mirar nuestro territorio de manera integral sin marginación ni chauvinismo.
Percibimos que Moquegua ciudad vive el día, día y no avizora claramente cuál será su futuro, ocurre lo contrario con Ilo que sueña y sigue soñando con la modernización del puerto, la construcción del corredor ferroviario, la irrigación de las lomas de Ilo, la instauración de la plataforma logística, la intensificación de los clúster fusionando la micro, pequeña y mediana empresa a través de nuevos parques industriales y la modernización, reconstrucción de su malecón costero y circunvalación de la carretera costera entre otros. Mal o bien tienen norte donde ir.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Moquegua e Ilo deben convivir con sus especialidades compartiendo los recursos públicos equitativamente y eficazmente, con una visión común, caso contrario nos esperan disputas como las de Hong Kong y Pekín en la China, la primera que exige libertades y justicia; la segunda que no quiere perder privilegios.