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22 noviembre, 2024 7:04 am

Mártir del terrorismo: Mollendino Jaime Winstanley Cáceres (Parte 2)

“… tres militares murieron y otros tres resultaron heridos en un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y grupos senderistas que actúan en la provincia de Huanta al norte de Ayacucho (…) Los militares muertos fueron identificados como el teniente EP. Jaime Winstanley Cáceres (27) …”

Por: Enrique Chávez Jara 

… Así informó El Comercio del 5 de diciembre de 1992: “… unos 200 miembros del ejército ya han tomado el campamento senderista de Viscatán, en Ayacucho, luego de casi un mes de operaciones aire-tierra. Actualmente están realizando labores de ‘limpieza’ de la zona para instalar provisionalmente una nueva base militar. Ayer se conoció algunos detalles más de esta intervención castrense que puso al descubierto una de las bases senderistas más antiguas e importantes de esta organización terrorista.

Algunos oficiales que participaron indicaron que una vez que fue recibida la información de los pobladores, se salió a sobrevolar la zona en un helicóptero de la Fuerza Aérea del Perú, esto fue el 6 de noviembre pasado.

Se hizo varios viajes de reconocimiento para hacer la planificación de la ‘operación Viscatán’ debido a lo accidentado de la zona y la falta de lugares adecuados para una intervención rápida y directa, personal del ejército tuvo que construir un helipuerto a unos mil metros del campamento senderista en la ladera opuesta donde está la base subversiva.

Según nuestro corresponsal en Ayacucho, este campamento estaba ubicado estratégicamente sobre una quebrada por donde pasa el río Viscatán, es una pequeña quebrada que más parece cañón por lo empinado de las laderas de los cerros que la circunda, comentó. Después de varios días de planeamiento de la operación, la tercera semana de noviembre empezó la ofensiva militar, primero fue la utilización de helicópteros desde donde lanzaron nutrido fuego de artillería y también potentes bombas. En el helipuerto que construyeron los soldados, colocaron también varios morteros, desde donde también lanzaron proyectiles contra el campamento terrorista.

Las operaciones militares se tuvieron que suspender en varias oportunidades debido a problemas climatológicos. Como es ceja de selva, esa zona soporta en esta época intensas lluvias, además de ser una zona de gran nubosidad, lo cual ocasionaba problemas a los vuelos de helicópteros.

Después de tanto bombardeo, varias patrullas a pie avanzaron hasta el objetivo, hasta que fue dominado totalmente el pasado martes primero de diciembre. Los mismos oficiales indicaron que en esta base subversiva se halló gran cantidad de cadáveres ‘todavía no hay un resultado oficial, pero se sabe que llegarían al medio centenar’ comentaron”.

Otra fatídica noticia, El Comercio del 6 de diciembre de 1992 informa:

“Cruenta lucha hubo entre militares y grupos terroristas en Ayacucho; tres militares murieron y otros tres resultaron heridos en un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y grupos senderistas que actúan en la provincia de Huanta al norte de Ayacucho.

Los militares muertos fueron identificados como el teniente EP. Jaime Winstanley Cáceres (27) y los sargentos EP. Wilber Allcahuamán Tueros y Jorge Luis Villanueva Simbrón. Resultaron heridos el suboficial de tercera Aurelio Arguelles Cornejo, el cabo EP. Elmer Vega Tarazona y el soldado Maximiliano Jauliz Huamán.

La patrulla había enfrentado a un grupo de senderistas que huyen de Viscatán, el campamento principal de los terroristas que ha sido destruido por el ejército con el apoyo de helicópteros.

Asimismo, luego del enfrentamiento, la patrulla militar recuperó medicinas de todo tipo, víveres y pertrechos, también incautó propaganda subversiva.

Las operaciones antiterroristas se realizaron en las inmediaciones de las comunidades de San Julián y Apohuacre, ubicados a unos 80 kilómetros al norte de esta ciudad, ayer por la tarde, en el lugar denominado Chinchus.

En fuentes militares se indicó que no podía precisar la cantidad de bajas que había entre los terroristas, ya que se trata de una zona agreste y de difícil acceso”.

Hoy sus restos están depositados en pabellón San Esteban I, nicho 2827 del Cementerio general de La Apacheta de Arequipa.

Fue ascendido al grado inmediato superior de Capitán EP.

Es un reconocimiento, como dice la Ley, permanente de gratitud de la Nación a su memoria, que revitalizará el espíritu- cívico, patriótico de la Nación.

La Escuela de Comandos del Ejército Peruano, a cargo del director Crnel. Renzo Rejas Olivares, 1993 evoca su nombre para las futuras generaciones de nuestras Fuerzas Armadas.

El 10 de marzo del 2010 el alcalde Miguel Román Valdivia, en sesión de Concejo expide la Ordenanza Municipal N° 232, donde acuerda consignar el nombre del capitán de Infantería Jaime Edgardo Julio Winstanley Cáceres a la calle 2 de la Apvis Nueva Generación de su natal Mollendo, según el art. 2 del DS. N° 031-2007-PCM que aprueba la relación de mártires del terrorismo pertenecientes a la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, así como el personal civil que fallecieron en defensa de la democracia.

Finalmente debo agradecer a los hermanos Roxana y Sabino Ampuero por su preocupación por rescatar la biografía del héroe y a su hermana Beatriz por su amistad y aprecio a mi persona.

¡HONOR Y GLORIA AL CAPITÁN DE INFANTERÍA EP JAIME WINSTANLEY CÁCERES!

Condensado: Obra; Los Ilustres de Mollendo.

Jaime Winstanley Cáceres.

Análisis & Opinión