Escribe Julio Failoc Rivas
Estas elecciones nos han traído grandes lecciones que vale la pena detenerse en ellas para hacer un balance en torno a sus recientes resultados. No solo hubo sorpresas, sino que hay ganadores, perdedores, muertos y –ocasionalmente- algunos heridos de este proceso electoral.
Los grandes ganadores han sido Acción Popular y Unión por el Perú, quienes lograron -desde el inicio- colocar su marca personal en la campaña electoral. En el caso particular de la UPP, aun cuanto Antauro Humala no llegó a ser candidato, logró su objetivo de canalizar el voto antisistema.
El gran golpe fue el FREPAP, partido modesto que fue percibido por la población electoral como inocuo, razón por la cual se inclinó en el último tramo de la campaña electoral. Este partido canalizó el voto de protesta y el rechazo a la clase política tradicional.
El gran perdedor ha sido el fujimorismo. Fuerza Popular paso de tener 73 congresistas a menos de 13 congresistas. Luego de haber tenido presencia en todo el Perú, se ha reducido a Lima, Piura e Ica. La presencia de Marta Chávez como locomotora de fujimorismo fue más bien un freno de mano para su crecimiento en las regiones.
Si bien es cierto que en política no hay muertos, lo real es que la población le pasó la factura al APRA y Solidaridad Nacional. La presencia de la Bartra, la Vilcatoma y Mulder, prácticamente hicieron desaparecer del mapa electoral a Solidaridad Nacional y el APRA. Puede que el APRA sobreviva, pero tienen que enterrar a la cúpula que tanto daño le ha hecho a esta organización política.
Entre los heridos quedaron varios, empezando por la izquierda, pasando por Alianza para el Progreso y terminando por el Partido Morado, quienes disminuyeron su cuota parlamentaria o lograron menos escaños de lo que ellos esperaban.
En el caso de la izquierda, la división perjudico más a Juntos por el Perú -quien quedó fuera del Congreso- que, al Frente Amplio, tal vez porque este último tuvo el símbolo mejor posicionado en el electorado, sin embargo, también es cierto que, éste primero, es percibido por la población como una izquierda funcional al sistema, lo que ha hecho que una parte importante del electorado de izquierda sea ganado, por el discurso radical.
Alianza para el Progreso la logrado sobrevivir a los cuestionamientos ´por su alianza con el fujiaprismo, sobre todo por su oposición a la disolución del congreso. De lo que haga en el próximo Congreso va a depender el futuro del papá de los Acuñas.
El Partido Morado ha quedado herido más de la cuenta tomando en consideración que sus expectativas electorales fueron la de convertirse en le primera fuerza política en el próximo Congreso de la República. Los errores de Guzmán y de una de las figuras más importantes -como Daniel Mora- no solo retuvo su crecimiento geométrico, sino que también le puede costar la candidatura de Julio Guzmán a la presidencia de la República en las elecciones del 2021.
Ojalá aprendamos de estas lecciones para las próximas elecciones.