POR: TERESA PÉREZ TORRES   

Existen personas que parecen tener un radar para detectar el mal en todo. Siempre ven el lado oscuro, buscan el defecto y se enfocan en lo que no funciona. Son como las moscas que, da igual donde las pongas, siempre encuentran un trozo de desecho para posarse.

¿Por qué algunas personas son así? ¿Por qué eligieron ver el mundo de esa manera? ¿Por qué se fijan en las espinas de una rosa y no en lo hermoso de la flor que la sostiene? Las sombras se forman con la luz; entonces, veamos la luz.

Hay quien solo ve vacío y no un espacio para crear algo nuevo. Me cuesta creer cómo pueden ser felices cuando solo se enfocan en lo malo, encontrando satisfacción en una vida llena de quejas. ¿Por qué elegir lo malo en las sombras cuando podemos elegir ver la luz?

Al enfocarnos en lo bueno, no estamos ignorando las sombras; simplemente, no estamos dejando que esas sombras nos consuman. Es importante recordar que las personas que solo ven lo negativo y la crítica están luchando con sus propios problemas e inseguridades.

Sin embargo, no justifica su comportamiento, y es importante poner límites. Las personas que siempre ven lo negativo pueden crear un ambiente tóxico y de conflicto en grupos y relaciones.

Practiquemos la gratitud, ya que es una forma poderosa de transformar nuestra perspectiva y nuestra experiencia de la vida. Agradezcamos lo que tenemos y lo que la vida nos da. Agradezcamos todos nuestros momentos, incluso los de llanto.

La vida es un tapiz complejo, lleno de hilos de colores, dorados y negros, pero un tapiz hermoso. Debemos aprender a valorarlo y aceptarlo en todos sus aspectos.

Una vez escuché una metáfora que me pareció idónea para este tema: hay dos clases de personas, la mosca y la abeja. La mosca, la pongas donde la pongas, siempre encuentra desechos. La abeja, la pongas donde la pongas, siempre encontrará miel. ¿Tú quién eres, la mosca o la abeja?