POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)
Cada 8 de marzo el mundo reflexiona sobre el rol de la mujer en la sociedad, indudablemente que no siempre fue postergación de sus derechos, porque hasta donde se conoce hay grandes figuras femeninas que han dejado huellas en el marco de la historia universal, así como se sabe que entre los escandinavos la mujer tenía un sitial de igualdad con relación a los varones, salvo que fuese esclava.
De igual manera en la costa norte del Perú, las mujeres tuvieron una condición diferente a las del sur, en tiempos del Perú pre hispánico, de modo que hubo curaquesas con liderazgo, que luego, en tiempos virreinales, pleitearon por sus derechos, en medio de una sociedad que impuso la varonía, y privilegios para los hombres, con respecto a las mujeres. Esto explica en parte, porque el sur machista no estuvo representado por mujeres en 1956, tras las elecciones de ese año, caso diferente al norte, selva, y centro del país.
Hace más de 100 años que cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, procurándose que tanto hombres como mujeres reflexionen sobre las condiciones de igualdad en la que debe tratarse a todos los seres humanos, al margen del sexo que les corresponda, porque todos están en condiciones, y con la capacidad plena de contribuir al desarrollo de sus sociedades.
Hay situaciones que hoy resultan indecibles, controvertidas, y que es preferible muchas veces no contar, pero que no deben eliminarse del registro de la historia, en prevención de que no vuelvan a repetirse, sobre todo, teniendo en cuenta que la educación fortalecida en valores cívico ciudadanos, fortalece el espíritu democrático de los miembros de todas las sociedades.
La mujer tuvo que luchas por sus derechos, ellas fueron artífices en el proceso de enfrentarse a los varones por muchos años, considerando la pervivencia de la mentalidad machista dominante, que alimentaba esa exclusión social de la que fueron víctimas. Es verdad que las mentalidades orientan la manera de obrar en los grupos humanos, y eso nos permite entender el comportamiento masculino de otros tiempos, pero nada lleva a justificar lo sucedido, porque hubo hombres de avanzada que apoyaron a las mujeres en el logro de sus derechos.
El Día Internacional de la Mujer es un hito en el calendario anual, sin embargo, la mujer está presente cada día, hoy participa en lo social, político, comercial, religioso, militar, está presente en todas las actividades del quehacer cotidiano, destacando a nivel local, regional, nacional y mundial, tanto como los varones, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando se evidenció su liberación de los parámetros impuestos por lo familiar y lo social.
Cuando se realizaron las elecciones de 1956, ganaron 8 mujeres para diputadas, y una senadora del norte, y no la candidata Gabriela O’ Connor de Escajadillo que postuló para senadora por Lima.
La Cámara de Senadores es parte de la realidad democrática del Perú en otros tiempos, cuando la bicameralidad era una constante, y el Parlamento era conformado por dos cámaras, la de diputados y la de senadores.
Han sido senadoras por el Perú, solo 5 mujeres: Irene Silva Linares de Santolalla, 1956; Bertha Arroyo de Alva (Acción Popular); 1985; Judith de la Mata (Partido Aprista Peruano), 1985; Beatriz Lucero Merino 1990; y, Mercedes Cabanillas Bazán (Partido Aprista Peruano), 1990.
En Moquegua nació una de las precursoras por los derechos de la mujer, Mercedes Cabello de Carbonera, cuya memoria está consagrada en el recuerdo de los moqueguanos, y en el corazón de todos los peruanos que evocan su nombre, en relación con la literatura, y los derechos de la mujer a la educación.