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La política desde la perspectiva de un psicólogo

Estos partidos políticos fueron tan negligentes (o cómplices quizás) que no investigaron la procedencia del dinero de sus candidatos. Resultado: congresistas corruptos e incapaces, que no tienen idoneidad profesional ni ética para ejercer tan alto cargo.

POR: DR. ENRIQUE AZOCAR PRADO      

Una de las razones del desprestigio de los partidos políticos en el Perú se produce porque algunos (o la mayoría) de sus miembros) están incursos en hechos de corrupción. Pero lo más grave es que sin haber ofrecido disculpas a la ciudadanía por estos hechos y sin haber expulsado a sus miembros corruptos, dichos partidos desean convertirse en líderes de la lucha anticorrupción.

Soy testigo de cómo la gente esboza una sonrisa cuando, por ejemplo, algún integrante del partido aprista acusa a este gobierno de montesinista.

En suma, el desprestigio de los políticos peruanos no sería solo por sus actos de corrupción, sino por la conchudez de la que hacen gala.

Esta la imagen adjunta, el ex secretario general del PAP recibe dinero del propio Montesinos, por si algún joven despistado lo ignoraba.

El desprestigio y el descrédito de la clase política actual no permiten contundencia en las acciones del Congreso de la República en este proceso de vacancia presidencial. Contundencia jurídica, institucional y moral. ¿La razón? Los partidos políticos privilegiaron la cantidad de dinero aportado por sus candidatos al congreso, gobiernos regionales y hasta municipios, en perjuicio de la idoneidad profesional y ética.

Estos partidos políticos fueron tan negligentes (o cómplices quizás) que no investigaron la procedencia del dinero de sus candidatos. Como bien sabemos, luego de robar dinero del erario público u obtenerlo gracias al narcotráfico o contrabando, muchos de estos políticos postularon al Congreso de la República en busca de inmunidad y conservar alguna cuota de poder.

Resultado: congresistas corruptos e incapaces, que no tienen idoneidad profesional ni ética para ejercer tan alto cargo.

Mientras se privilegie la cantidad de dinero que un candidato puede aportar a una campaña política seguiremos en este pantano.

Los casos son tan abundantes que hasta es ocioso mencionarlos.

No sé sorprendan que Luis Torres Robledo postule el 2021 al Congreso en busca de inmunidad. Lo haría con bastante dinero y con poca vergüenza.

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