POR: ECO. RICHAR MAQUERA QUISPE
En la I Cumbre: Minería Responsable y Desarrollo Territorial, desarrollada en Ilo días 6 y 7 junio la gobernadora regional de Moquegua Gilia Ninfa Gutiérrez Ayala insinuó al decir que el PBI per cápita de Moquegua según INEI llega a los 52 mil soles, y el de Lima solo llega a 21 mil soles por persona. ¿Quiere decir que la calidad de vida de Moquegua es del doble de Lima?, ese es el espejismo que no se aclara. Y no se habla con un denominador común.
Lo cierto es que el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita real de Moquegua es de 4000 dólares que, al tipo de cambio son 14300 soles (catorce mil trescientos soles) por debajo de Lima de Arequipa como una región media pobre.
Por ello merece análisis el PBI per cápita de los Sectores Minería y Manufactura Minera en la Región Moquegua (2007-2023)
Los valores del PBI per cápita en estos dos sectores son significativamente altos, comenzando en 158,669 dólares (Ciento cincuenta y ocho mil seiscientos sesenta y nueve dólares) en 2007 y alcanzando los 178,207 dólares (Ciento setenta y ocho mil doscientos siete dólares) en 2023. Este alto nivel de ingresos refleja la gran rentabilidad y productividad de la minería y la manufactura minera en Moquegua.
A pesar de las fluctuaciones, se observa una recuperación constante en los años posteriores a las caídas. En 2022, el PBI per cápita alcanzó uno de sus puntos más altos con 176,559 dólares, seguido por 178,207 dólares en 2023.
La minería y la manufactura minera representan el 73% del PIB de Moquegua. Los altos ingresos per cápita en estos sectores son indicativos de la importancia y el peso de la minería en la economía regional.
Comparado con el PBI per cápita de la región sin considerar la minería y la manufactura minera (que oscila entre 3,000 y 4,051 dólares), estos sectores muestran una disparidad significativa. Esto subraya la dependencia de la región en la minería para generar altos ingresos económicos.
El PBI per cápita de los sectores de minería y manufactura minera en Moquegua es extraordinariamente alto, superando consistentemente los 150,000 dólares por persona entre 2007 y 2023. Hay que decir que esto solo favorece al 5% de la población.
Estos niveles reflejan la alta rentabilidad y la eficiencia de estos sectores en la región. Sin embargo, la volatilidad del mercado y la necesidad de sostenibilidad presentan desafíos continuos. La región debe enfocarse en diversificar su economía y fortalecer otros sectores económicos para asegurar un crecimiento equilibrado y sostenible a largo plazo.
LA DISTORSIÓN DEL PBI PER CÁPITA DE MOQUEGUA
Veamos el análisis del Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de la región Moquegua sin minería y manufactura minera (2007-2023)
El PBI per cápita muestra un crecimiento gradual a lo largo de los años. Comienza en 3,002 dólares en 2007 y alcanza los 4,051 dólares en 2023.
En 2009, durante la crisis financiera global, el PBI per cápita disminuye ligeramente de 3,102 dólares en 2008 a 3,038 dólares en 2009. En 2020, debido a la pandemia de COVID-19, se observa una caída en el PBI per cápita, descendiendo a 3,322 dólares desde los 3,774 dólares en 2019. Sin embargo, la recuperación es notable en los años siguientes, alcanzando un máximo de 4,051 dólares en 2023.
Comparado con países desarrollados que tienen un PBI per cápita superior a 50,000 dólares, la región de Moquegua, con un PBI per cápita que varía entre 3,002 y 4,051 dólares, se clasifica como una región de ingresos bajos.
Esta diferencia significativa resalta la brecha económica entre Moquegua y las economías desarrolladas, indicando desafíos estructurales y económicos que limitan el crecimiento de la región.
El PBI per cápita muestra variaciones año a año, reflejando la vulnerabilidad de la economía regional a fluctuaciones externas y posiblemente internas. Sin embargo, la tendencia general es positiva, con un crecimiento más pronunciado en los años recientes.
El PBI per cápita de la región Moquegua, excluyendo minería y manufactura minera, muestra un crecimiento sostenido pero moderado desde 2007 hasta 2023. A pesar de la resiliencia económica mostrada ante crisis globales, la región sigue siendo económicamente pobre en comparación con países desarrollados.