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23 noviembre, 2024 3:30 am

La casa del correo y la De la Flor – II

En 1791, luego que el violento terremoto de 1784 la arruinara, dejaban constancia que “en tiempos pasados hubo de comprar un pedazo de sitio contiguo al solar expresado perteneciente a la real cárcel de esta villa”. Fue así como la amplia casa fue dividida en dos viviendas.

POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS     

La casa en la que inicialmente vivieron los Vélez de Córdova en el s. XVII, ubicada en la esquina de la plaza principal frente a la hospedería de Santo Domingo, en el siguiente siglo fue comprada por los Arguedas y Angulo. Ellos no tardaron en venderla a José Fernández Cornejo y Rendón casado con Manuela Fernández de Córdova.

Años más adelante, en 1810 cuando se lleva a cabo la división y partición de los cuantiosos bienes habidos a lo largo del valle de Moquegua y Locumba, doña Manuela haría referencia que el “solar lo hubimos y compramos con mi finado esposo don José Fernández Cornejo del doctor don Pedro Laureano de Arguedas, como apoderado de su sobrino el doctor don Pedro Antonio de Arguedas, en la cantidad de tres mil doscientos pesos seis reales”, según tasación del 31 de marzo de 1775.

“Tenía de frente por la plaza cuarenta y una y media varas; por el lado de Santo Domingo, treinta y dos; y por la parte de la cárcel, treinta y una media, que reducidas al cuadro componen mil trescientas diez y siete y media, que tasamos a veinte reales vara, monta tres mil doscientos noventa y tres pesos seis reales”.

Doña Manuela en un gesto de generosidad el 15 de diciembre de 1777 beneficia con el quinto de sus bienes a su hija María Bernarda, sin más recompensa que le manden a celebrar 500 misas.

En la asignación de legítima doña María Manuela Fernández de Córdova, viuda del depositario general de la ciudad de Arica don José Fernández Cornejo, vecina de esta villa de Moquegua, hace a favor de su hija María Bernarda Fernández Cornejo y Fernández de Córdova, mujer legítima del capitán don Tomás Moreno Chocano, “de veinte varas tres cuartas de frente en un solar que se halla en la plaza de esta villa en frente de la iglesia Matriz de ella. Y queda a mi disposición las restantes veinte varas y tres cuartas del lado de la dicha cárcel, expresándose claramente ser las asignadas a la cita mi hija al lado de la frente de dicho convento de Santo Domingo”.

Le asignaron la mitad de la casa, inmediata a la que en igual forma la dieron a su otra hija María Antonia colindante con la cárcel. En 1791, luego que el violento terremoto de 1784 la arruinara, dejaban constancia que “en tiempos pasados hubo de comprar un pedazo de sitio contiguo al solar expresado perteneciente a la real cárcel de esta villa”. Fue así como la amplia casa fue dividida en dos viviendas.

El 12 de diciembre de 1809 el señor “Mariano de Sevilla, ex lector de Sagrada Theología y guardián del Convento de Menores Capuchinos de Nuestro Seráfico Padre San Francisco de la ciudad de Cádiz” certificaba que había recibido del síndico Nicolás de la Cruz, del convento de Cádiz, como encargo de Tomás Moreno Chocano, mil quinientos reales de vellón de limosna para celebrar en dicha iglesia quinientas misas rezadas por el alma de su suegra doña María Manuela Fernández de Córdova, en memoria y gratitud del beneficio del quinto de sus bienes recibidos por su disposición en su esposa doña María Bernarda Fernández Cornejo y Fernández de Córdova.

Análisis & Opinión