POR: NOE CARPIO TORANZO
Este domingo 27 de noviembre se cumplieron 143 años de la batalla de Tarapacá, ganada a base de esfuerzo y sacrificio por el ejército peruano al mando del general Juan Buendía, en la Campaña del Sur, durante el primer año de la Guerra del Pacifico. Fecha de una batalla que jamás debemos olvidar participando todas las autoridades, las fuerzas armadas y los colegios como corresponde.
Días antes se había llevado a cabo la llamada batalla del Cerro Dolores o San Francisco, entre el ejército chileno y el ejército aliado bolivianos y peruanos, sin ganadores ni perdedores; mientras los bolivianos se retiraron a su país los peruanos sin poder salir a la costa cortada sus líneas de abastecimiento, tuvieron que internarse hasta la quebrada de Tarapacá, descansando algunas horas en el fondo.
Gracias al aviso de unos arrieros sobre el avance de una parte del ejército chileno, de madrugada por las alturas, tuvieron que levantarse, coger las pocas armas disponibles y trepar luchando hasta las alturas, donde el enfrentamiento fue cuerpo a cuerpo, siendo los chilenos derrotados vergonzosamente, defendiéndose en retirada y dejando armas, bastantes muertos, buena cantidad de prisioneros y nueve cañones Crup de campaña.
Desde el cerro Dolores el ministro de Guerra en campaña, Rafael Sotomayor y el general Erasmo Escala, luego del primer enfrentamiento, determinaron destruir al ejército peruano, enviando fuerzas escogidas al mando de José Francisco Vergara y otra división de 1900 hombres al mando del coronel Luis Arteaga, bando chileno con tropas de infantería, caballería y artillería, mientras los peruanos eran solo infantes, batiéndose heroicamente, desde el amanecer hasta el anochecer.
Por el lado peruano el general Juan Buendía, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Belisario Suarez, el abogado argentino Roque Sáenz Peña, Justo Pastor Dávila y el máximo defensor Andrés Avelino Cáceres con sus valientes batallones “2 de Mayo” y “Zepita”. El arequipeño Mariano de los Santos del batallón Guardias del Cusco, arrebató el estandarte del batallón segundo de línea que también perdió a su comandante coronel Eleuterio Ramírez.
Después de la batalla y evitando la venganza del ejército chileno, los peruanos tuvieron que escapar por las alturas cordilleranas, durante 18 días con sus noches, dejando en el camino muertos y heridos, alimentándose solo con porciones de charqui y mote, hasta llegar a Arica en condiciones deplorables: Tarapacá quedo en poder de los chilenos.
Las actuales y futuras generaciones, no deben olvidar todas las fechas que corresponden a hechos históricos de la Guerra del Pacífico desde el 5 de abril de 1879 en que Chile nos declaró la guerra, hasta el 20 de octubre de 1883 en que se firmó el Tratado de Ancón, impuesto por Chile.