POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS
El 11 de noviembre de 1814 el pueblo de Moquegua proclamó su independencia por primera vez.
Hacía tres meses que se habían sublevado en el Cusco los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo acompañados por el brigadier Mateo García Pumacahua. El movimiento se propaga rápidamente. El 9 de noviembre los rebeldes tomaron la ciudad de Arequipa.
Moquegua no tarda en unirse a la revolución que se apoderaba de todo el sur del virreinato. Bernardo Landa era el jefe militar de la plaza, se le confió la guarnición militar por su conocida fidelidad al rey, puesta de manifiesto en las más diversas campañas en las que participó, combatiendo reiteradamente a los insurgentes desde 1809, cuando presta invalorables servicios al ejército del Alto Perú, al igual que su hermano Tomás con quien llega hasta Tucumán en la sangrienta acción de 1811, donde bajo las órdenes de Goyeneche se bate contra los insurgentes porteños. De él diría Pezuela que se comportó “con repetidos riesgos de su vida, con una loable generosidad y aún con pérdida de sus intereses”. Se le premia con el grado de teniente de la primera compañía de fusileros de las milicias urbanas de la villa de Moquegua.
Ganado por las ideas de libertad Bernardo Landa se une al movimiento. Contó con el apoyo del pueblo y la sustancial ayuda de partidas de soldados armados con artillería que trajeron el bonaerense José María Cherveches, el cura Ildefonso Muñecas y José Astete.
La villa se vio convulsionada por la revolución durante un mes. Entonces se encontraba de visita pastoral el obispo Luis Gonzaga de la Encina. Se refugió en el Colegio franciscano de propaganda fide. Se pone en contacto con Viviana de la Flor, esposa de Landa. El prelado pregona que la independencia no era “conforme a los mandamientos, por lo consiguiente criminal delante de Dios y que alejaba a los pueblos de la salvación eterna”. Conminaba a los fieles para que denuncien a los insurrectos en un plazo de seis días, pasados los cuales se tuvieran por excomulgados.
Ante tan terribles amenazas doña Viviana acaba convenciendo a su marido, con la promesa que no se tomarían represalias contra él ni su familia.
Fue así como Landa fue ganado por la contrarrevolución y el 9 de diciembre apresa a los líderes revolucionarios. El obispo lo calificó de ángel tutelar de Moquegua y defensor de su dignidad. Fue premiado con el nombramiento de gobernador subdelegado y comandante militar.
En 1821 Bernardo Landa se uniría a Miller y sería su brazo derecho en la exitosa campaña del sur. Apresado en julio de 1822 fue fusilado en el Huayco.
Moquegua insistiría en su independencia en julio de 1823, cuando se desarrolló la segunda campaña a puertos Intermedios; por tercera vez en marzo de 1825.
Por el acto heroico que tuvo el pueblo el 11 de noviembre de 1814, a la villa de Moquegua se le tributa un homenaje en el Congreso en 1823 y se le concedió el título de ciudad.
El Gobierno Regional, por medio del Archivo, ha iniciado los trámites para declarar próceres de la independencia a los hermanos Tomás y Bernardo Landa Vizcarra.