Desde la oficina de Personal del Hospital Alto Inclán de Mollendo se aclaró que no se ha producido ningún despido arbitrario ni suspensión laboral, como se había especulado. Lo ocurrido corresponde al término de contratos bajo la modalidad CAS (Contrato Administrativo de Servicios).
Las plazas involucradas corresponden a una médico internista, una obstetra y un piloto, cuyos contratos llegaron a su vencimiento. Según se informó, los profesionales fueron evaluados por un comité y notificados oportunamente, conforme a la normativa vigente.
El funcionario responsable precisó que no se ha cometido abuso de autoridad en el proceso, y que las plazas no se perderán. En ese sentido, se coordinará con la Gerencia Regional de Salud para realizar una nueva convocatoria en el menor plazo posible, dada la necesidad del personal en dichas áreas.
“Es un proceso administrativo que debe cumplirse para cubrir nuevamente estas plazas. La reposición de personal es prioritaria por tratarse de servicios esenciales”, indicaron.