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Gilia trabaja en silencio y Jamocho tras pescadores

POR: ENRIQUE LAZO FLORES    

Mientras los días pasan y el tiempo se acorta para los candidatos al Gobierno Regional de Moquegua, los “troles” hacen de las suyas unos más que otros, dependiendo de la tienda para las cuales trabajan.

Siempre aclarando el significado de lo que es un troll, se hizo de moda en toda clase de elecciones, en las redes sociales o la internet, un troll es un usuario que publica de forma deliberada comentarios despectivos o incendiarios a un foro, comunidad, sala de chat, grupo de noticias o un blog, con el fin de atraer a otros usuarios y le respondan, casi siempre con tono ofensivo. Por eso recomendable, si un troll trata de provocar, simplemente hay que ignorarlos, es el camino más sano.

Era necesario decirlo porque lo que estamos viendo en esta segunda vuelta, algunos troles se atribuyen la autoría de algunas publicaciones que tienden a confundir a la población y eso desluce una campaña electoral que debe ser una fiesta democrática, pero, los induce a cometer excesos que deben ser desechados en toda campaña electoral, bueno, es solo un punto de vista.

Volviendo a nuestro comentario que está  lejos de pasiones y emociones, más bien, está, sin temor a equivocarnos, decir lo que se viene percibiendo en la calle , donde se toma mejor el pulso de esta campaña, para tener una mejor concepción e idea del que, quien podría ser el nuevo responsable de conducir los destinos de la Región Moquegua durante los próximos 4 años de gobierno, y en esa perspectiva, tenemos a la Bachiller Gilia Gutiérrez, natural del distrito de Omate, provincia de General Sánchez Cerro, quien postula por primera vez al Gobierno Regional de Moquegua, por el partido político Somos Perú, anteriormente se desempeñó como prefecta regional de Moquegua.

Como acompañante en esta segunda vuelta está el economista Luis Trigoso Palao, ileño de nacimiento con amplio conocimiento de la administración pública, trabajó anteriormente como gerente municipal de la Municipalidad de Pacocha y luego se desempeñó como gerente en la Sub Región Ilo, donde también ejecutó algunas obras que beneficiaron al desarrollo de la provincia de Ilo.

A pocos menos de 40 días para las elecciones que deben desarrollarse el 4 de diciembre, ambos candidatos están trabajando para lograr superar el 16 % de votos logrados en la provincia de Ilo, en esta primera vuelta, pese a que su contendor Jamocho Rodríguez ganó con un 33 por ciento, de votos alcanzado en Ilo, pero no le fue suficiente para ganar las elecciones regionales.

En esta nueva etapa para la segunda vuelta electoral, esta dupla de jóvenes candidatos están concentrando sus esfuerzos en tratar de ganar votos en la provincia de Ilo, mientras que “Jamocho” está perdiendo terreno, haciendo un trabajo escondido tratando de reconciliarse con los pescadores y los integrantes del programa de vivienda que nació precisamente en su gestión, a quienes de alguna manera los engañó, con la venta de carpetas para el programa de vivienda Villa Primavera, y que ahora es Prorevi, y que nunca se logró plasmar en realidad, frustrando de esa manera a casi 2500 pobladores que aspiraban tener un lote.

DE PROPUESTAS Y PROMESAS

Si bien es cierto que, hasta este momento no hay promesas, pero si hay ofrecimientos de cada candidato, el elector podrá percibir que ambos prometen casi lo mismo, con la única diferencia que lo que ofrece Gilia, es más creíble, pese a que su contendor político, como un “gallo viejo”, utiliza las mismas tretas, aparentando tener nuevas opciones y fuerzas para gobernar un periodo más.

Lo que no toman en cuenta es que, en toda gestión, en toda actividad política, la Renovación, no solo es saludable para la sociedad en su conjunto, sino, es Necesario e imperativo, para no caer en el continuismo, que a la postre, es sinónimo de Corrupción y es la que se enquista en el poder con mayor facilidad, no olvidemos la etapa negra del fujimorismo, que destruyó al país, desde los años 80 al 90 y 2000 y nadie va a querer que ese modelo se instale en la región Moquegua. O como le sucedió a “Pocho” qué al ir por la tercera, perdió soga y cabra. Allí se demostró que Ilo no reelige tres veces.

¿QUIERE VOLVER EL FUJIMORISMO?

Estamos viendo en esta segunda vuelta cómo los operadores del fujimorismo viene trabajando de manera soterrada, aparecen disimuladamente en el escenario político, los que ayer trabajaron para el fujimorismo estuvieron a la orden del día en las diferentes actividades municipales, estuvieron de asesores encubiertos, ya en el movimiento de Revollar, o en la municipalidad de El Algarrobal, ahora están detrás de Jamocho, de manera disimulada y con perfil bajo, trabajan cual “topos” enquistados en actividades que simulan ser independientes, cuando en realidad son los que ayer ocuparon cargos políticos en el congreso y hoy aparentando estar alejados de toda actividad política promueven el voto en blanco que  a la postre, le favorecería a “Jamocho”.

DEBATE SERÁ DECISIVO

Todo parece indicar que, esta segunda vuelta la definición será en el debate electoral, que se debe realizar, y si es en las tres provincias será mejor, porque sería una oportunidad de conocer a los profesionales que acompañará a cada uno de los contendores políticos, porque de eso se trata, no tanto que el que gobierne es el que va a tener mejor aceptación del electorado, sino, del que presente a los asesores y equipo técnico que son los que en la práctica van a ejecutar el plan de gobierno.

Allí radicará el éxito de la gestión de quien tenga la oportunidad de gobernar, no se trata de quien muestra mejor sus spots publicitarios, sino de la calidad de profesionales con quienes van a trabajar en su gobierno. Aún quedan menos de 40 días para convencer al electorado y será con propuestas creíbles y sin demagogia, de eso el pueblo ya está cansado.

PARA TENER EN CUENTA

Como decimos líneas arriba, en Ilo, el electorado nunca ha reelegido o, elegido por tres veces a ningún candidato y Jamocho no creo que sea la excepción, salvo que los dioses del olimpo iluminen su camino, cosas que, en estos tiempos, sería como contradecir a Tomas Moro, pensador y padre de la utopía.

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