La reciente promulgación de la Ley del Servicio del Serenazgo, que busca profesionalizar a los serenos municipales mediante mejores procesos de selección, capacitación y entrenamiento, no ha sido bien recibida por todos. Para Federico Flores Sandoval, gerente de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Islay, la norma es “más de lo mismo” y no aporta soluciones inmediatas frente al avance de la delincuencia.
Flores señaló que la modificatoria de los artículos VII, X y XI de la Ley del Sereno Municipal ya estaba contemplada en las disposiciones transitorias de la norma anterior, especialmente en lo que respeta a capacitaciones y evaluaciones psicológicas del personal.
«Ya está reglamentado en la ley. Pero mientras nosotros nos estamos preparando, la delincuencia va avanzando. Particularmente, para mí no ayuda en nada en tomar acciones inmediatas en cuanto a lo que es la inseguridad a nivel nacional», afirmó.
Flores subrayó que los serenos cumplen una función preventiva y de apoyo a la Policía Nacional, pero no tienen atribuciones directas como solicitar documentos, investigar o realizar intervenciones.
“No tenemos la capacidad de pedir identificación a las personas, para mí no le veo un buen augurio a esta ley”, manifestó.
ESCUELAS DE SERENAZGO, UNA EXIGENCIA DIFÍCIL DE CUMPLIR
Flores también advirtió que la nueva ley exige que las municipalidades cuenten con centros de formación y capacitación para los serenos, algo que no sería viable ante el escaso presupuesto con el que cuentan los gobiernos locales.