POR: JULIO CÉSAR FARFÁN VALVERDE     

En una revelación que ha sacudido los cimientos del Hospital Ilo, un informe detallado de un inspector sanitario ha puesto al descubierto una serie de prácticas ilegales que involucran a altos funcionarios y exfuncionarios de la institución.

El reporte, emitido por el inspector sanitario Jesús Machaca Mamani, revela cómo una funcionaria de alto rango se pretendía apropiar indebidamente de un frigobar perteneciente al hospital, intentando hacerlo pasar como su propiedad personal. Gracias a la intervención oportuna del inspector, el frigobar apareció por arte de magia al amanecer del miércoles 3 y lo habrían ingresado a escondidas a un almacén del área de mantenimiento cuya llave la utiliza el trabajador Jorge Araujo, desenmascarando así una apropiación indebida.

Sin embargo, lo que parecía ser un incidente aislado pronto se convirtió en una trama mucho más compleja. La investigación reveló la existencia de tres servicios fantasmas (3 personas naturales), dichos requerimientos de servicios fueron solicitados formalmente por el entonces director del hospital, el Dr. Juan Luis Herrera Chejo, pero que nunca se llevaron a cabo. Estos servicios fantasmas implicaron un desembolso de 3,800 soles en el año 2022 y un perjuicio económico a esa institución.

FUNCIONARIOS DEL HOSPITAL ILO INVOLUCRADOS

Lo más preocupante es que este dinero no fue utilizado para mejorar las condiciones del hospital o para mantenimiento, etc., sino que se lo habrían cobrado algunos funcionarios de manera irregular e ilegal. Se descubrió que el material reciclado del hospital, recolectado y vendido de manera informal y sin un procedimiento formal y legal, fue la fuente y el “pretexto” de financiamiento de estas prácticas cuestionables.

La administradora de la época, la Licenciada CPC Rosana Huarcaya Charca, designó a la Licenciada Katherine Ruelas Calderón y a la Técnica Esther Arpasi Mamani para encargarse de la venta del material reciclado. Sin embargo, los ingresos de esta venta nunca se registraron en las cuentas del hospital. En lugar de ello, se utilizó para comprar el mencionado frigobar, que “conservaba” hasta ahora estos hechos irregulares y que ahora se ha convertido en el símbolo de la corrupción y el mal manejo en la institución.

Se espera que las autoridades competentes tomen medidas rápidas y contundentes para investigar a fondo estas prácticas fraudulentas más conocidas como corrupción  y asegurar que se haga justicia.

La Unidad de Investigación de La Prensa Regional, continuará vigilante y dando seguimiento a este caso.