POR: MSC. – MBA (C) – PMO ARQ. GUSTAVO PUMA CÁCERES (PLANIFICADOR URBANO TERRITORIAL Y PORTUARIA, GOBERNANZA TERRITORIAL Y GESTIÓN DE CIUDADES PUERTO)
La frase “El Perú es un burdel”, lo señaló el historiador Pablo Macera con el tono provocador y el ánimo pesimista que lo caracterizaba, pero el psicólogo Baldomero Cáceres lo retrucó diciéndole que se equivocaba porque lo burdeles son lugares bien organizados, por no decir que son más “eficaces y eficientes”.
La pregunta sobre si el Congreso del Perú es un burdel, un lupanar, una casa de mancebía, o como quiera llamarse usando todos los sinónimos de la Real Academia Española (RAE), es un tema delicado y controvertido. Algunos analistas y ciudadanos han expresado su descontento y frustración hacia el Congreso, acusándolo de ser un espacio donde se priorizan los intereses personales y económicos de los congresistas de derecha o izquierda sobre el bienestar de la ciudadanía, es decir no legislan para el ciudadano común y silvestre; han hecho de la corrupción su escudo.
Y como indicaba Rosa María Palacios “En el Perú es perfectamente creíble que el Congreso contrate meretrices y las haga pasar por asesoras”.
DEFICIENTE DESEMPEÑO
El Congreso peruano ha enfrentado una desaprobación significativa por parte de la ciudadanía y líderes empresariales. Una encuesta de Ipsos reveló que solo el 1% de los principales CEO del país respalda la labor del congreso, mientras que el 97% lo rechaza.
Según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el 88% de los peruanos desaprueba la gestión del Congreso.
LEYES PARA INTERESES PERSONALES
Se han realizado 67 reformas de la constitución y han hecho a su gusto su nueva constitución como: Leyes para blindaje y control político como al JNE y TC; la reforma de la bicameralidad inconsulta; la reelección inmediata de congresistas; postulación simultánea a la Presidencia y al Congreso al mismo tiempo que podría generar conflictos de interés y politización del proceso electoral; limitación parcial de la disolución parlamentaria; eliminación de la cuestión de confianza obligatoria entre otras.
Todas las reformas tienen un enfoque político oportunista y los impactos negativos sobre la estabilidad institucional y el incremento en el gasto público.
CASOS DE PROSTITUCIÓN
La semana pasada el presidente de la Comisión de Fiscalización reveló una presunta hipótesis de red de prostitución dentro del Parlamento, donde se ofrecían favores sexuales a cambio de votos en legislaciones. El abogado Jorge Torres Saravia del partido de Acuña, fue señalado como el principal organizador de esta red de proxenetismo.
Este escándalo se destapó tras el asesinato de Andrea Vidal Gómez, una abogada que trabajaba en el Congreso y que, según investigaciones, tenía conocimiento de estas actividades ilícitas, en las que podría estar implicado el expresidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes (APP)
CASOS DE VIOLACIÓN Y CORRUPCIÓN
Hay un excongresista Freddy Díaz preso por violar a una trabajadora de su despacho en el Congreso, la Justicia peruana condenó a 13 años y cuatro meses de cárcel.
Existe 13 congresistas acusados por concusión (mocha sueldos), un total de 6 fueron blindados por la Comisión de Ética del congreso.
TRÁNSFUGAS CONGRESALES
57 legisladores ya abandonaron sus partidos o bancadas de origen en el congreso, un caso particular es que cinco miembros de Perú Libre, que llegaron con votos de la izquierda peruana, terminaron reciclados en las bancadas de derecha.
ABOMINABLE RELACIÓN CON EL PODER EJECUTIVO
La relación entre el Congreso y el Ejecutivo ha sido tensa. Dina Boluarte enfrenta una desaprobación del 97% de la población y es la gobernante más impopular del mundo, y su gestión ha sido cuestionada por decisiones controvertidas, como la compra de armamento por casi 4,000 millones de dólares en medio de una crisis de salud pública.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha expresado preocupación por la interferencia del Congreso en la independencia de organismos electorales, lo que podría afectar la democracia en el país.
Las perlas del Congreso peruano este 2024 ha enfrentado serias críticas por su desempeño, escándalos de corrupción y una relación abominable y conflictiva con el Ejecutivo. Estos factores han contribuido a una profunda crisis de legitimidad y confianza en las instituciones políticas del país.
Finalmente, usted lector, en estas navidades deslucidas responderá la pregunta si el Perú es un burdel, un lupanar, una casa de citas o es un antro de la corrupción, todo parece ser que estamos regresando a los finales de los 80s e inicios de los 90s.