POR: ENRIQUE LAZO FLORES
El proyecto Tía María que viene alargando su inicio como una corriente de agua en medio de la riqueza natural, donde la agricultura y la minería se toman de la mano para crear riqueza, desarrollo y progreso a través de la creación de puestos de trabajo y demás beneficios que nos otorga, está abriendo una nueva posibilidad de llegar finalmente al punto de partida donde debe iniciarse ya el proyecto.
“Mucha agua ha corrido bajo el puente”, desde tiempos en que la población dudaba de este proyecto, hoy, cada día que pasa, se van convenciendo que todo lo dicho por gente incrédula, dirigentes antimineros y hasta ONGs ambientalistas, que ganaron dinero con los conflictos desplegados, más una serie de campañas satanizadoras con discursos negativos como, “este proyecto contamina el medio ambiente”, va disipándose al demostrarse en el mundo entero que la minería y la agricultura cuando van de la mano genera bienestar, desarrollo y progreso, lo que el pueblo necesita y los gobiernos de turno no atienden.
Se ha demostrado en otros países, donde la tecnología moderna aplicada a la minería responsable, se han convertido en el soporte económico fundamental de las economías progresistas y, en ese contexto, el Perú no tiene por qué ser una excepción, si en el tiempo transcurrido, pese a tener una crisis sanitaria y económica en contra, los programas sociales y otras medidas aplicadas han sostenido la economía local, regional y nacional.
Después de la pandemia, la vida ha cambiado, los conceptos y criterios también y las circunstancias y forma de ver el futuro se ajusta a realidades, mantenerse en el pasado y ver lo contrario, sería cerrar los ojos y caminar a ciegas, mientras la naturaleza nos llama a gritos la calidad de vida que tanto añoramos, el desarrollo y el progreso de nuestras comunidades están en las entrañas de la tierra y, a nosotros solo nos hace falta ponernos a trabajar.
En esa dirección, los proyectos mineros que la naturaleza nos da, debemos empezar a hacerlo visible y utilizarlos para que se convierta en beneficios que deben ser empleados en la creación de fuentes de trabajo, en educación, salud, investigación, tecnología, y permitirá darnos una calidad de vida adecuada, lo que los pueblos necesitan.
Tal vez esta filosofía no lo entiendan aquellos que se dedican a vivir de los conflictos y que hacen tanto daño a la sociedad, pero lo cierto es, que se está demostrando que si lo que tenemos no lo utilizamos, dejaremos pasar el tren del desarrollo, progreso y, el futuro de nuestros hijos quedará estancado.
TÍA MARÍA LA GRAN ESPERANZA
El caso Tía María, fue satanizado, hasta criminalizado, pero no se dieron cuenta que es uno de los proyectos que tiene el Estado para que a través de su producción va a solucionar los problemas que como Estado no puede hacerlo, y que las diferentes propuestas para iniciar el proyecto están allí, sobre el tapete, hasta que aparece una nueva propuesta, como la última que dio a conocer la empresa Southern Peru y, se muestra como el más adecuado, la misma que ya está en la mesa para ser debatido y aprobado.
Se trata de una propuesta que Southern le propuso al Gobierno del Perú, de construir una represa que la región de Moquegua y Arequipa, en un tiempo atrás, estuvieron viendo como una alternativa para solucionar el problema del agua, lo que ambos gobiernos regionales reclamaban como suyo y en un momento fue motivo de conflictos entre ambas regiones, esa es la Represa de Paltiture.
De por sí esta propuesta abre muchas posibilidades de desarrollo conjunto y de manera integral, sería mucho más ventajoso, útil y viable que construir una planta desalinizadora, que serviría para dotar de agua a las comunidades agrícolas y mineras asegurando el futuro.
LAS VENTAJAS DE LA REPRESA
De hacerse realidad esta propuesta, la presa Paltiture tendría una capacidad total de 73 millones de metros cúbicos, de los cuales Southern utilizará un máximo de 10 millones de metros cúbicos, y los 63 millones restantes serán para uso comunitario agrícola. Además de llegar a construirse como se espera, se va a requerir una inversión mucho mayor que el presupuesto de US$100 millones previsto para la planta desalinizadora.
Además, hay que tener en cuenta que, al aumentar el suministro de agua, se generarán beneficios más palpables para las comunidades locales, beneficios que el Gobierno peruano debe continuar reconociendo, porque se debe valorar el significativo progreso que el proyecto ha hecho en el frente social y, las importantes contribuciones por medio de sus programas sociales en la comunidad, algo más importante aún, es lo que Tía María generará a la economía del Perú cuando entre en funcionamiento.
Y si ponemos en el terreno de las comparaciones en el costo, uso y beneficio de esta importante obra, la represa será de larga vida y la planta desalinizadora será solo hasta cuando se deje de dar mantenimiento que no sería con proyección para el futuro, y de ser aceptada la oferta por el gobierno peruano, Southern tendrá que tomar las medidas correspondientes para realizar los ajustes necesarios al plan del proyecto y actualizar los permisos requeridos para su construcción.
Cabe recordar que Tía María es un proyecto de US$1,400 millones y que generará alrededor de 9,000 puestos de trabajo que va a beneficiar a la provincia de Islay en la región Arequipa, sobre todo en el sector agrícola porque la finalidad de la minera es proporcionar agua tanto al proyecto como a la comunidad especialmente para la agricultura.
QUÉ BENEFICIOS MAS TRAERÍA TÍA MARÍA
Solamente para la región de Arequipa S/600 millones en pago de impuestos, US$1,400 millones en inversión y 3,600 puestos de trabajo en la fase de construcción” esto será el impacto directo del proyecto.
Si esto lo ponemos en contexto, en el año 2018 Arequipa recibió por canon S/199 millones, cifra que se vería duplicada por el aporte de canon que proyecta entregar Tía María cada año, o sea, S/270 millones según señala la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), esto significa ocho veces más del canon que recibe actualmente Islay.
Comparándolo, esos doscientos setenta millones de soles superan al presupuesto anual de otras municipalidades.
Por su parte el gerente financiero de Southern Perú, Raúl Jacob Ruisánchez, señaló que con la inversión de US$1,400 millones del proyecto, se podrían también realizar inversiones sociales “o sea la cosa viene en combo”, con el agua viene 22 km de distribución primaria y secundaria de agua y un sistema integral de saneamiento así como 300 kilómetros de vías carrozables y asfaltadas, además de fuertes implicancias en el sector transportes, salud, educación y agricultura, sumados a la construcción de 7 hospitales y 17 centros de Salud, así como 183 colegios entre otros beneficios.
En este momento el país necesita de una minería responsable, que no contamine, y que reflexionen los que se oponen, porque están asumiendo una posición contraria sin justificación, teniendo en cuenta el impacto que esto conlleva a la economía local, regional y nacional.