POR: FRANCISCO DIEZ CANSECO TÁVARA
Mientras la crisis internacional de precios y abastecimiento de productos esenciales como el trigo, el maíz y el petróleo se cierne sobre el Perú sin que el gobierno mueva un dedo, el personaje del sombrero sigue en su propio laberinto de mediocridad e ignorancia pretendiendo lavarse las manos sobre clamorosos casos de corrupción y hasta plagiando a su propio presidente del Consejo de ministros como lo puso en evidencia en su reciente presentación al Congreso de la República.
El intento de distraer a la opinión pública sobre el tema de la vacancia por incapacidad moral permanente que se debatirá mañana en el Congreso fue evidentemente un fracaso: Castillo mintió flagrantemente sobre su relación con la lobbista Karelim López y el resto de su alocución podría perfectamente pasar al desván del olvido si no fuera por el plagio antes mencionado, sin precedentes en la historia republicana.
La gran marcha para exigir una vez más la salida del poder de Pedro Castillo es, más allá de un acto de reivindicación cívica frente a un régimen corrupto, incapaz, comunista y probadamente falsario, un esfuerzo masivo de supervivencia ya que está claro que con Perú Libre (alias “Los Dinámicos del Centro”) seguiremos indefectiblemente cuesta abajo en la rodada, ahora sí muy cercanos al abismo.
Castillo es incapaz de, siquiera, un amago de rectificación y enmienda cumpliendo fidedignamente con un elemento central del recetario de los comunistas que creen o pretenden hacer creer que son propietarios de la verdad y que sus fórmulas y planteamientos obsoletos y fallidos constituyen la solución para los problemas del país, como el cuento de la nueva Constitución cuyo proyecto no existe, en palabras del propio Castillo.
Ahora, para tratar de endulzar a la opinión pública, están hablando de economía social de mercado -consagrada precisamente en la Constitución del 93 y nunca aplicada- pero qué se puede esperar de un “presidente” que ha dicho que su “escuelita” para gobernar es Palacio de Gobierno y cuyo ex ministro de Economía, Pedro Francke, afirma que no entendía de la misa a la media cuando le hablaba del tema.
Vacancia ya de Castillo y el entorno mafioso que lo acompaña en el asalto al poder pensando siempre que no podemos regresar al pasado vergonzante que impulsó esta ignominia nacional.