Por: Arnulfo Benavente Díaz

Según Alfonso Quiroz, en su libro «Historia de la Corrupción en el Perú”, la mayoría de presidentes corruptos fueron de derecha. Las circunstancias actuales son evidentes.

¿O por el continuismo o por  el cambio de estructuras?

El 11 de abril del 2021 hay elecciones presidenciales en Perú. Los electores están en una encrucijada política, porque deben elegir entre la derecha neoliberal extrema y la izquierda marxista. Existen ideologías partidarias de líneas intermedias nacionalistas y neoliberales que prueban suerte en la lid electoral.

¿A cuál entidad política se debe elegir?

De acuerdo a la costumbre tradicional los partidos políticos que dieron trabajo a sus afiliados fueron: El APRA y Acción Popular.

Aunque colaborar en elecciones políticas por algo a cambio no es tan fácil.

La coalición «Izquierda Unida», ganó en 1980, con el 23 por ciento de votos electorales municipales en todo país y por problemas internos, sólo entregó algunas ocupaciones a sus seguidores.

El partido «Cambio 90», con su eslogan «Honradez, Tecnología y Trabajo», respondió a sus simpatizantes después de salir ganador en 1990: «No somos agencia de empleos».

Preguntamos ahora:

¿De qué forma Verónika Mendoza dará trabajo a su gente?, porque «Juntos Por El Perú», es una coalición integrada por: Partido Comunista Peruano-Unidad, Partido Comunista del Perú-Patria Roja, Movimiento Al Socialismo, Nuevo Perú.

El presidente del Partido Humanista del Perú, el médico, sociólogo y político Yehude Simon, declaró a la prensa que no apoyará a «Juntos Por El Perú», sino a «Perú Libre», de Pedro Del Castillo.

El pueblo peruano debe reflexionar y entregar su veredicto libre y firme en las urnas. Que no sea otra vez un valle de lágrimas.