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25 noviembre, 2024 11:02 am

El sur peruano en el Congreso Constituyente de 1822

POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DE LA DNEF DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)   

Los sureños del Perú, arequipeños, moqueguanos, iqueños, puneños, cusqueños, apuricmeños, tacneños, huancavelicanos, ayacuchanos, tanto como los de Tarapacá, Arica e Iquique, siempre estuvieron dispuestos por la independencia del Perú. Así lo confirman estudiosos de este período de la historia nacional, demostrándose la clara decisión de los habitantes de estas zonas del virreinato, que apostaron por la independencia de su país.

Los peruanos votaron por primera vez en el Perú independiente, en julio, y los meses siguientes de 1822. La ciudadanía expresó su voluntad, para constituir un Congreso, que representara la voluntad de todos los habitantes del Perú independiente. Se había convocado a los ciudadanos para expresar su voluntad sobre quienes los representarían en el primer Congreso Constituyente, después de proclamada la independencia nacional, el 28 de julio de 1821; y en este proceso no estuvieron ausentes los sureños.

Para entonces los peruanos habían tenido la experiencia de 1812, y hasta 1814, en algunos lugares, cuando se eligió por primera vez a los cabildos constitucionales, es decir, con la participación de ciudadanos, con derecho a elegir y ser elegidos, como se puede verificar, en las elecciones de alcaldes en Moquegua, puquina, Arequipa, Cusco, Tacna, y otros lugares de esa parte del Virreinato del Perú.

Atrás estaba quedando el universo de los súbditos, que había dominado la escena del mundo virreinal, el mundo estaba cambiando, la mentalidad liberal se imponía, y los patrones de comportamiento se alteraban en medio de una sociedad que rompía esquemas y viejas estructuras sociales que ya se consideraban caducas.

LAS ESPERANZAS DE LOS CIUDADANOS

Sin lugar a dudas, cuando se hizo la convocatoria, no solo se enteraron los peruanos del territorio libre, la misma noticia llegó al sur peruano, donde los realistas continuaban reacios a abandonar el país, creyendo que el desarrollo de la guerra les resultaría favorable. Y con toda seguridad, a los ciudadanos del sur, les resintió la frustración de no participar directamente, sino a través de sus ciudadanos que en ese momento estaban domiciliados en la ciudad de Lima.

La noticia pronto se esparció, soplaban vientos de independencia y de liberalismo en el país que había abrazado la igualdad pese a que pasarían muchos años para lograrlo totalmente y se considerase a todos sus habitantes en ese plano, sobre todo a los afrodescendientes y a la población originaria.

En algunos pueblos del sur la decisión por la independencia tuvo manifestaciones tempranas, casos de Tacna, Cusco Andahuaylas, Abancay, Ayacucho, y otras poblaciones; Moquegua manifestó su apoyo en las rebeliones que sacudieron al sur peruano, como aparece en valiosos documentos sobre esos sucesos, y de esa voluntad por ser libres e independientes, tenía conocimiento el general San Martín.

LA CONVOCATORIA Y LAS ELECCIONES

La gran convocatoria para elegir, e instalar el Primer Congreso Constituyente en el Perú independiente, la hizo el general San Martín, el 27 de diciembre de 1821, indudablemente había que preparar a la ciudadanía. Se estableció el número de diputados que correspondía a cada jurisdicción, a Arequipa 9 diputados propietarios: Nicolás de Araníbar, Mariano J. De Arce, Francisco Javier de Luna Pizarro, Manuel G. Pérez de Tudela, Bartolomé Bedoya, Gregorio Luna Villanueva, Francisco J. Pastor, Pedro Antonio Alfaro y Arguedas, y Santiago Ophelan.

A Arequipa correspondió 4 suplentes: Anselmo flores, Marcelino Barrios, Felipe Santiago estenos, y, Juan B. Navarrete, la representación de los 13 equivalía a todos los que en ese momento vivían en la extensión de la antigua intendencia de Arequipa, en cuya jurisdicción se encontraba la entonces provincia de Moquegua, donde la convocatoria se hizo de público conocimiento a través de bandos, en la ciudad capital, y en las villas y pueblos donde había iglesias parroquiales.

En su libro sobre los orígenes del gobierno representativo en el Perú, el doctor Valentín Paniagua Corazao, dio a conocer múltiples detalles de los procesos electorales, desde las elecciones por las Cortes de Cádiz, las municipales de 1812, y las elecciones en el Perú independiente, desde 1822 hasta 1826, dando a conocer episodios sobre las elecciones en Lima, para representantes por el sur del Perú.

OTROS REPRESENTANTES POR EL SUR PERUANO

El proceso electoral se desarrolló paulatinamente en el Perú, desde el 1 de julio de 1822, y resultaron electos por el departamento de Cusco, Rafael Ramírez de Arellano, Manuel de Arias, Manuel José Muñoz, José Pezet, Pedro Pedemonte, Miguel Tenorio, Felipe Cuéllar, Felipe Zevallos, Francisco Rodríguez, Tomás Forcada, Miguel Tafur, Joaquín Paredes, Manuel Ferreyros, y, Mariano Navía de Bolaños.

Huamanga (Ayacucho), estuvo representada por Francisco Herrera y Oricaín, Francisco Argote, José Mendoza, Juan Bartolomé Zárate, Tomás Méndez y Lachica, Alonso Cárdenas, y José Rafael Miranda; y los huancavelicanos en Lima, eligieron a Manuel Antonio Colmenares, Toribio Alarco, y Eduardo Carrasco.

Puno estuvo representado, en su mayoría por no oriundos del lugar, ya que se contaron entre sus representantes a José Faustino Sánchez Carrión, Ignacio Alcázar, José de La Mar, José Joaquín de Olmedo, Hipólito Unanue, y, Francisco Salazar. Entre los sureños más destacados se cuenta a Francisco Javier de Luna Pizarro, primer presidente de este primer Congreso Constituyente del Perú.

INSTALACIÓN DEL CONGRESO Y APROBACIÓN DE LA FORMA DE GOBIERNO

El Congreso se instaló solemnemente en el antiguo local de la Universidad de San Marcos, en Lima, el 20 de setiembre de 1822, en medio del júbilo general; allí, el Protector del Perú, don José de San Martín renunció a los altos cargos que tenía; tras la entrevista en Guayaquil con el general Simón Bolívar, y cansado de las presunciones de los otros, que abiertamente decían que quería coronarse como rey del Perú, prefirió retirarse del escenario de gloria que había alcanzado.

El Congreso era de tendencia liberal y la Constitución debatida y aprobada, fue promulgada por el presidente Torre Tagle, el 12 de noviembre de 1823, sin llegar a regir, puesto que  casi de inmediato fue suspendida, al considerarse en oposición a las facultades que el Congreso había conferido a Simón Bolívar, quien ya se encontraba en el Perú desde septiembre de este año, posteriormente fue restaurada en 1827, con efímera vida hasta 1828, cuando se le reemplazó por  una nueva Constitución liberal, que fue reformada 6 años después, por la Convención Nacional de 1833 – 1834.

En esa Constitución se aprobó la forma de gobierno republicano para el Perú, con carácter unitario, dejando atrás la propuesta sanmartiniana de monarquía constitucional; vendrían años de luchas internas, en las que las disputas por el poder político generarían facciones dirigidas por los caudillos que se enfrentaban por la conducción del destino del país, y gran parte de estas disputas se protagonizaron en el sur peruano.

Dos siglos después, a 200 años de la instalación del Primer Congreso Constituyente del Perú, la ocasión es propicia para reflexionar, sobre el rol, la proyección que tiene sobre la ciudadanía, y sobre como juzgan los ciudadanos y ciudadanas de hoy, la labor de los parlamentarios, que en conjunto representan a uno de los poderes del Estado. Asimismo, en cada región debe evocarse la memoria de los representantes que tuvieron en ese Congreso, con el que se inició la vida independiente del Perú.

Análisis & Opinión