POR MAG. ÁLVARO MADUEÑO CASANI
Desde 2018 hasta ahora, el oro ha subido un 163 %. Solo de abril de 2024 a junio 10 de 2025, el incremento es de casi 43 %. ¿Cuáles son los factores clave detrás de esta “disparada”?
Primero, la política comercial de EE. UU. y aranceles. Las amenazas y medidas arancelarias impulsadas por la administración Trump (nueva ronda de aranceles del 10 %) han exacerbado la incertidumbre económica. Esto refuerza la fuga hacia activos considerados más estables, como el oro.
El dólar se ha debilitado (~9.5 % en lo que va del año). Al mismo tiempo, el mercado de bonos de EE. UU. está en crisis por la enorme deuda y altos déficits (8.2 % déficit federal). Esto aumenta la percepción de riesgo y promueve la compra de metales preciosos. Los bancos centrales han incrementado sus reservas de oro por temores a sanciones y de-dolarización. Además, inversores privados y fondos ETF están entrando con fuerza; Goldman Sachs espera que esto lleve a récords de USD 3,700–4,000/oz.
El artículo de EconoFact atribuye casi 47 % del reciente aumento del oro a la mayor incertidumbre económica global; otros 6 % por expectativas de inflación. En 2025, ya va más de un 30 % al alza solo por la misma razón: que es refugio y debilitamiento del dólar. El oro actúa como “riesgo cero” en tiempos donde ni bonos ni monedas lo ofrecen.
Desde gobiernos hasta inversores modestos, todos están apostando por el metal. Se considera que los USD 3,000 por onza son ahora el nuevo “mínimo estructural”.