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El poderoso sur

Ya antes del Covid-19 teníamos grandes brechas en infraestructura en el corto y largo plazo, en el momento estas se han profundizado.

POR: ECONOMISTA JORGE ACOSTA ZEVALLOS     

Dos eventos macrorregionales importantes se realizaron en la provincia y aportan las buenas intenciones por consolidar a la Macro Región del Sur. El primero es netamente empresarial de las Cámaras de Comercio y el segundo, el de los alcaldes, este último contó con la presencia del presidente de la República Pedro Castillo. Ambos acontecimientos no son casuales, responden a la determinación que ha tenido el sur en las elecciones presidenciales, también al hecho que la pandemia transparento a esta región que tiene fabulosos recursos con la existencia de pobreza, desigualdad económica, informalidad y sector agrario marginado.

El debate está abierto porque el sur tiene potencialidades combinadas con muchas y profundas debilidades. Del “Encuentro de las Cámaras de Comercio de la Macro Región del Sur” rescatamos algunos apuntes que deben ser considerados para entender mejor este nuestro territorio macrorregional. Recordemos que la integración macrorregional se debatió en 1999 en las famosas cumbres de alcaldes y los empresarios de las Cámaras de Comercio.

En ese tiempo el peso del centralismo era abrumante al extremo que muchas empresas industriales dejaron el sur para instalarse en el gran mercado que era Lima. Se proponía la creación de un fondo de compensación, creación de normas tributarias que atraigan la inversión privada, la implementación de infraestructura principalmente vial y agrícola, además de la regionalización a través de la fusión de departamentos. Algunos logros se consiguieron como la construcción de carreteras binacionales y el arranque de la irrigación de Majes I. No se avanzó más por la gran movilización en contra de la dictadura de Fujimori, segundo, lo muchos de los lideres ingresaron a la política nacional y los que quedaron sucumbieron en la pasividad y desorientación.

Han pasado veinte años y el escenario no es el mismo ni tampoco es diferente. En el interregno se vino el boom minero y la inversión minera aumento y configuro al sur con más peso en producción y exportación de minerales. Un ejemplo concreto es el departamento de Arequipa que tiene un tercio del Producto Bruto Interno (PBI) por la extracción minera (31.9%), Manufactura (18.1%), Comercio (10.7%), Construcción (9,4%), Agro (7,5%); los demás sectores tienen por porcentajes menores al 6% (Grafico 01). Es asombroso el peso minero en su estadística al extremo que en producción es 2do. en cobre, 3ro. en oro, 11avo en plata, 4to. en plomo, 7mo. en zinc y 2do. en molibdeno. A pesar de ello las claves de su desarrollo, además de la minería, son el turismo, las telecomunicaciones e informática, el sector agrario y la vida académica.

Con algunas diferencias los departamentos del sur se parecen por la preponderancia del sector minero, la construcción y el comercio. Cada uno se especializa en actividades propias como turismo, agricultura, puertos, tecnología y conocimiento, comercio minorista y de frontera.

Lo importante es que estamos volviendo a retomar la mirada integradora y que las grandes inversiones de impacto deben ya realizarse porque tenemos posibilidades y potencialidades: Gasoducto sur, líneas férreas, integración con nuestros vecinos, aeropuertos internacionales, desarrollo de capacidades y tecnológicas en al agro, mejor distribución de la riqueza regional y más. Ya antes del Covid-19 teníamos grandes brechas en infraestructura en el corto y largo plazo, en el momento estas se han profundizado.

En el largo si no corregimos seguirán profundizándose las brechas en transporte, saneamiento urbano y rural, salud pública, dotación de agua, telecomunicaciones e internet, actividades hídricas, electricidad y educación que necesitan urgentemente un gran chorro de soles (Grafico 02). Marchemos al ser el poderoso sur.

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