POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ
Hace casi una semana, durante una entrevista en un medio radial, al referirme a la capacidad de una candidata al máximo cargo del Gobierno Regional de Moquegua, en mi deseo de hacer ver sus limitaciones personales, expresé -con bastante torpeza, pero con mucha razón-, que sus conocimientos quizás solo le servirían para desempeñarse como ama de casa, a lo cual el conductor radial, hábilmente procedió, usando una técnica fascista a desviar el tema de lo central: ¡la incapacidad de la candidata, para esbozar la teoría de que mi comentario ofendía a las amas de casa! Ello me hizo acordar de una anécdota periodística que revela muy claramente los hechos interesados o líneas de opinión de ciertos medios: “L, prepara un editorial sobre la navidad”, a lo cual el redactor le preguntó:” ¡A favor o en contra!”, porque en los tiempos que vivimos, da igual la información que la opinión, aunque ésta se base en mentiras. Lo que prima son los intereses y/o los contratos de publicidad.
De hecho, las mentiras resultan ahora más atractivas, tienen mejor prensa, que lo que cuesta comprobar. El rumor o el chisme, que en un tiempo no tenían cabida en la escritura de los periodistas son ahora alimento que engorda tertulias en las que participan falsos políticos y periodistas que, además, manejan como si fueran suyos los argumentos o falacias de los partidos políticos de los signos más diversos. El resultado es un caos del que se nutren a la vez el periodismo, la política y los ciudadanos. Las redes sociales han enmarañado el tablero y hoy solo hay nubes, humo o furia donde antes hubo periodismo. La sociedad está loca y los zombis que la habitan sufren un mareo que conduce a una terrible guerra en la que los datos no importan tanto como la opinión que se forma a raíz de la existencia de los rumores.
Y en cuanto a que mi comentario ofende a las amas de casa, permítanme sonreírme ante el intento, –a falta de ideas y de capacidad–, de intentar victimizarse. En la sociedad actual lo primordial es la especialización y las amas de casa son un eslabón importantísimo del tejido social, pero, así como no puedes pedirle a un médico cirujano que tenga un desempeño óptimo como ama de casa, sucede igual en sentido contrario. Y me reafirmo en mi comentario respecto a la nula capacidad de dicha candidata para ser gobernadora regional, dado que en el plan de gobierno que presentó en cinco o seis hojas hace una serie de propuestas que en la actualidad ha reemplazado alegremente, sin que nadie conozca quienes, aparte de los voluntariosos y cuestionados Martín Vizcarra, Zenón Cuevas, Cristala Constantinides conforman su equipo técnico y a quienes cabría preguntarles también, ojo, pestaña y ceja, por el actuar del candidato a vicegobernador, don Luis Trigoso Palao, quien siendo gerente municipal de la Municipalidad Distrital de Pacocha aprobó varias órdenes de servicio y/o trabajo a don Alexis Arriaga Velarde, como por ejemplo una consultoría por 25 mil soles por la elaboración de propuestas y fundamentos para lograr mayores ingresos por las actividades mineras en el distrito de Pacocha; otra por 5 mil soles por la elaboración de un informe técnico frente a la construcción de un mega penal en las Pampas de Hospicio y otra más por otros 5 mil soles por la elaboración de un proyecto de creación e implementación de un centro de atención primaria en Pacocha. A decir verdad, desconocía las dotes del amigo Alexis en el campo del derecho minero, la ingeniería, la arquitectura y la medicina técnica. Me imagino que Arriaga debe ser, con el respaldo del economista Trigoso, parte del equipo asesor de doña Giglia, a quien la invito, en el deseo de ser convencido de su capacidad técnica a una polémica pública en el lugar, día y hora que crea conveniente, con el fin de escuchar detalladamente sus propuestas personales como también de su equipo. Por mi parte estaría acompañado por los integrantes del colectivo cívico que propone viciar el voto, que es una valedera opción democrática, en procura de que se efectúe un nuevo proceso electoral, dado que a nuestro entender ninguno de los actuales candidatos cumple con los requisitos básicos para diseñar y hacer realidad el desarrollo de Moquegua.