POR: DR. ENRIQUE AZOCAR PRADO
Todos tienen derecho a sentir miedo en momentos críticos. Lo sintieron los soldados de Leónidas en las Termópilas o los pasajeros del Titanic en el mar Atlántico. Pero al igual que ayer, el miedo no se convirtió ni en cobardía ni en acciones miserables.
Nos toca encarar el peligro con valentía y sin mentiras: Los ancianos, los vulnerables y los que luchan en primera fila, van primero. Así como no había otra opción para los espartanos, ni más botes para los náufragos, hoy no hay más opción que esperar nuestro turno. Lo demás es falsedad y cobardía.
Rosa Begazo Gómez, nos dice, es cierto que es inevitable sentir miedo como primera emoción. Pero también es cierto que el miedo no nos debe paralizar, más por el contrario queda aceptar está nueva realidad y enfrentarla con las estrategias que sean más convenientes, como lo son el estricto cumplimiento de las normas de bioseguridad y no solo ello, sino también cuidar nuestra salud física mediante una alimentación saludable, tratando de alcanzar la alcalinidad y que sean nuestras defensas las que finalmente den batalla y puedan vencer a este enemigo invisible que nos ha tocado combatir.
Y no olvidemos también cuidar nuestra salud mental mediante la práctica de actividades placenteras y productivas, como el ejemplo que usted, mismo nos muestra con su emprendimiento que tanto vemos que lo apasiona, las lecturas, los ejercicios físicos, el dormir bien, en fin, tantas otras actividades que tal vez antes no pudimos realizar por falta de tiempo.
Es tiempo de realizar tantos otros proyectos postergados y a seguir viviendo y enfrentando los retos que nos ha tocado. Finalmente podremos cambiar nuestras estrategias según esta realidad, pero nuestra meta esa sí que se debe mantener y alcanzar.