POR: MIGUEL RODRÍGUEZ CALIZAYA
A continuación, se presenta la grave problemática del hacinamiento en diversos establecimientos penitenciarios (E.P) ubicados en la región sur de Perú.
E.P. de Arequipa: Con una capacidad de albergue de 812, alberga a 2173 reclusos, lo que resulta en una sobrepoblación del 226%. Esto indica un hacinamiento extremo, con más del doble de la capacidad del penal ocupada.
E.P. de Mujeres de Arequipa: A pesar de tener una capacidad para 667 reclusas, actualmente alberga a 178, con una sobrepoblación del 166%. Aunque el número total de mujeres es menor, el porcentaje de hacinamiento sigue siendo significativo.
E.P. de Camaná: Este penal muestra el hacinamiento más severo con un 391% de sobrepoblación, teniendo una capacidad de 78 y una población penal de 383. Esto es alarmante y podría tener implicaciones negativas en términos de seguridad, salud y rehabilitación.
E.P. de Moquegua: Con una capacidad de 178 y una población de 290, la sobrepoblación es del 63%. Aunque es el menos hacinado en términos porcentuales, aún está significativamente por encima de su capacidad.
E.P. de Tacna: Tiene una capacidad de 222 pero alberga a 950 reclusos, lo que resulta en una sobrepoblación del 328%. Este alto nivel de hacinamiento es preocupante y sugiere que las condiciones pueden ser difíciles para los internos y el personal.
E.P de Mujeres de Tacna: Es similar al de mujeres en Arequipa en términos de hacinamiento (178%), con una capacidad para 40 y una población actual de 111.
La capacidad total de los penales es de 1997 reos, sin embargo, actualmente albergan a 4085 personas, lo que representa una sobrepoblación del 142%. Esto indica que, en promedio, los penales están funcionando con casi un 50% más de su capacidad óptima.
l hacinamiento en los centros penitenciarios puede generar un ambiente de estrés, violencia y aumentar la propagación de enfermedades. Asimismo, esta situación dificulta la administración eficiente de las instituciones penales y obstaculiza los esfuerzos para reintegrar socialmente a los reclusos.
Los datos muestran una situación crítica que requiere atención urgente. Las soluciones pueden incluir la construcción de nuevas instalaciones, la reforma de las políticas de sentencia para delitos menores, programas de libertad condicional efectivos y otras medidas alternativas a la detención para aliviar el hacinamiento.