POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ
Allá por 1972, uno de los mejores directores cinematográficos de su tiempo, el español Luis Buñuel filmó una película con el mismo título de la presente nota, en la cual explora temas como la hipocresía, la corrupción, la moralidad y el absurdo de la sociedad burguesa, término último que se aplica a aquellos grupos sociales que merced a sus recursos económicos, nivel educativo y acceso a altos cargos políticos, rinden culto en la práctica a la hipocresía, la corrupción, la moralidad y los absurdos de una sociedad que antaño rechazaba el vivir, el pensar y el actuar de la escritora moqueguana Mercedes Cabello de Carbonera, cuya obra estoy seguro desconocen la mayoría de nuestras autoridades.
Sin embargo, peor es nada, por lo que saludo la intención de crear un reconocimiento a las mujeres moqueguanas por la lucha por la igualdad de género y la justicia social a otorgarse el próximo 08 de marzo. Estos premios son una forma de reconocer el trabajo y el legado de aquellas mujeres del ayer y el hoy que desafiaron y desafían las normas sociales de su tiempo y de hoy día, abriendo el camino para la emancipación de las mujeres en la sociedad.
Pero para escoger una mujer que honre y recuerde el legado de Mercedes de Cabello, es fundamental tener en cuenta una serie de criterios que reflejen la esencia y valores de esta gran escritora peruana.
En primer lugar, la candidata debe ser una mujer comprometida con la literatura y la cultura peruana, demostrando un profundo conocimiento y admiración por la obra de Mercedes de Cabello. Debe tener la capacidad de difundir y promover su legado a través de diferentes medios y plataformas.
Además, se debe valorar la trayectoria y el impacto de la candidata en la sociedad, así como su capacidad de inspirar a otras mujeres a seguir sus pasos en el mundo de las letras. Debe ser un referente de independencia, valentía y creatividad, características que Mercedes de Cabello también representaba en su quehacer en Moquegua y en Lima, ciudad donde destacó por su agudeza y logros intelectuales.
Por último, es importante que la mujer seleccionada sea nombrada por un comité conformado por especialistas moqueguanos en literatura y cultura peruana, así como por representantes de instituciones dedicadas a promover el legado de Mercedes de Cabello. Este comité será el encargado de evaluar a las candidatas y elegir a la más idónea para representar y honrar el importante legado de esta escritora y no ocurra como es usual en nuestro medio que se designe entre gallos y medianoche a alguna persona por simpatía o intereses.
Y como me temo que, aduciendo razones de tiempo y oportunidad, procedan a designar a alguna digna y respetable representante, pero sin considerar a un innumerable ramo de personalidades cuyos nombres no me atrevo a mencionar por temor a olvidar a alguna, tan solo me permito sugerir el nombre de Celia Badoino Díaz, cuyos méritos a través de su vida son ampliamente conocidos.