Por: Arnulfo Benavente Díaz
“La Historia de la Corrupción en el Perú”, es un libro de Alfonso Quiroz. Es una versión ampliada en torno a Meiggs. En la introducción dice: “Innumerables voces se han levantado en el pasado contra la corrupta rapiña y el abrazo del poder que beneficia a pocos”.
Observamos el contenido del célebre libro: “En sus memorias Argumariz escribió que Meiggs obtuvo el contrato favorecido por los círculos oficiales, porque fue derramando el oro hasta a los porteros del ministro”. Quiroz expresa la corrupción del llamado yanqui Meiggs.
Debemos tomar nota de estás palabras: “Para conseguir la aprobación de sus ofertas para la construcción de los ferrocarriles trasandinos de Lima – La Oroya y Arequipa – Puno, siguió el mismo procedimiento que había implementado al negociar la línea Arequipa – Mollendo. Le confío a un representante de los acreedores británicos que su secreto al tratar con distintos gobiernos consistía que las autoridades más altas se vendieran y fijaran su propio precio. Luego de obtener el contrato simplemente añadía el monto de los sobornos al costo total de la obra contratada”.
Y añade lo siguiente: “Se calcula que Meiggs repartió más de once millones de soles de sobornos a autoridades cuyo registro llevaba a sus legendarios diarios cuadernos verdes y rojos”.
El historiador Quiroz menciona la claridad sobre el contrato de la obra de la compañía del ferrocarril Chimbote -Huaraz:
“El costo total propuesto para la obra ascendía a veintiún millones de soles. Meiggs asumió este contrato aliándose con Valdeavellano y Derteano, para lo que compró las partes de varios de los socios originales hasta 600,000 soles, por cada una pagó sobornos a parientes claves de las principales autoridades. En consecuencia, el costo total propuesto por Meiggs y aprobado por el gobierno subió a 24 millones de soles”. Asimismo, seguía Witt inicialmente interesado a este trato ferroviario especulativo en el que finalmente decidió no participar por sospecha y falta de rectitud en el asunto.
Gerardo Garland, uno de los socios originales recibió 600,000 pesos (sic) y doña Melchora de Balta 700,000 soles.
También observamos lo siguiente: “Para celebrar la colocación de la primera piedra del ferrocarril Lima – La Oroya y de la línea Arequipa – Mollendo en enero de 1871, aproximadamente mil invitados fueron llevados de Lima al sur en tres barcos de guerra y un vapor. También se transportó grandes cantidades de comida, bebidas, fuegos artificiales y un equipo de artistas para la diversión del público y los bailes de Meiggs. Balta y los magnates ofrecieron varios días de celebración.