La decisión del gobierno de levantar la cuarentena el 10 de mayo ha sido tomada por un sector de la población, como un ¡sálvense quien pueda!, libre albedrío para todos, lo cual resulta peligroso para el segmento más vulnerable de la población. Entiéndase como vulnerable a las personas cuyo contagio puede ser letal ante el Covid-19, y no la caracterización de moda del “neo pobre”.
El gobierno ha tomado las previsiones necesarias para iniciar el levantamiento de la cuarentena progresiva de las actividades económicas, lo cual nos parece bien, porque, ni la economía del país y menos, la mayoritaria de la población, puede soportarla más, sin embargo, nos llama la atención la ausencia de una estrategia para proteger la vida de los sectores más vulnerable de la población.
El riesgo de más muerte se acrecienta, si el gobierno no toma medidas las correctivas e involucra a la población en la dirección señalada. Históricamente la población ha sabido dar respuesta a las peores crisis que ha tenido el país, lo cual no tomarla en cuenta es un error.
Según el último censo del INEI la tasa de adultos mayores alcanza el 10.1% de la población peruana, es decir unos 3’250,000 son las personas que corren el riesgo de perder la vida, esto sin contar a las menores de esta edad que sufren alguna patología que los hace presa fácil del coronavirus. El resto de la población tiene mayores posibilidades de sobrevivir al contagio.
La estrategia propuesta por el doctor Jimi Medina, un médico joven Ileño, de focalizar a la población de alto riesgo de mortandad frente al COVID-19, y a su entorno con el que vive, con una pulsera luminosa, con la finalidad de separarla del resto de la población, nos parece acertada. Esto permitiría concentrarnos en el cuidado de este segmento de la población, evitar su contagio e incluso tener una atención preferencial y diferenciada de ellos. Además, con este sector de la población, se pueden tomar medidas más drásticas para protegerlos sin involucrar a toda la población. Estoy seguro que contaríamos con la solidaridad y el apoyo de todos los pobladores.
Esta estrategia podría contar con el apoyo de la reciente creación de las redes de soporte de protección al adulto mayor y de la red de voluntarios que se están creando en torno a ellos, en cada uno de los distritos a lo largo y ancho del país.
No obstante, esta medida tendría que estar acompañada de acciones concretas de los gobiernos locales y esta red de apoyo para que esto pueda implementarse, acompañada de una agresiva campaña de sensibilización bajo el lema “CUÍDAME”.
Por lo pronto en mi post de mi Facebook he colocado lo siguiente: “Hijos cuiden a sus padres. Háganlo por ellos, que también quieren vivir como ustedes”.