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Cuajone: un vecino codiciado

…una manera de reclamar con estrategias que quedaron en la historia del “primero golpea y luego reclamas”, el objetivo, lograr un resarcimiento económico a costa de chantajes y extorsiones, olvidándose lo que Cuajone significa para Moquegua y para el país.

POR: ENRIQUE LAZO FLORES   

Las paradojas en la vida son contrasentidos que nos ponen en situaciones adversas, sobre todo para los que tenemos la manía de escribir historias que tiene mucho que ver con nuestra realidad, los acontecimientos de Cuajone, son esa paradoja que nos hace pensar lo que la mayoría no advierte, que el país tiene regiones privilegiadas con una gran cantidad de territorio minero, pero también con una gran cantidad de paradojas que no lo tomamos en cuenta por desconocimiento, claro, con algunas excepciones.

Si la paralización de la mina Cuajone significaba una pérdida de S/8.5 millones por día en pago de impuesto a la renta, canon y regalías para el Estado, significa que el país y la población de la región Moquegua dejarán de percibir más de S/ 450 millones, al margen del tremendo daño que se hizo a las exportaciones. Los resultados lo veremos el año que viene.

Los bloqueos a la línea del tren y carreteras, así, como la toma del reservorio que ocasionaron la paralización del proceso de producción y generaron que la empresa minera Southern Perú postergara el proyecto de ampliación de Cuajone, implica que se dejarán de invertir cerca de US$ 850 millones en el Perú, pensando como comunero, diríamos, “casi nada”, pero, pensando como un ciudadano de a pie, consciente que la minería es el principal motor que impulsa la economía del país, es un crimen, dejar de percibir tamaña suma de dinero que debe ayudar a cerrar brechas en un país que es duramente golpeado por la pandemia y la crisis política que soportamos. Entonces, es necesario recordar, qué es Cuajone y cuál es el peso en la economía del país.

Cuajone no es un proyecto que se haya impulsado recientemente en Moquegua, su historia nace en la década de 1940, pues en el año 1937 obtuvo el reconocimiento de yacimiento potencial de cobre por parte del geólogo de Cerro de Pasco Copper Corporation, A.C. Schmedeman, así se da a conocer en el reporte Prospección, exploración y desarrollo del yacimiento Cuajone, registrado en el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico.

Años después de ser reconocido como yacimiento y luego de que se realizara exploración en la zona, surgió un joint venture de Cerro de Pasco con Newmont, las cuales luego se asociarían con las compañías Phelps Dodge y Asarco para formar Southern Peru Copper Corporation en el marco de la factibilización del proyecto Toquepala.

Desde entonces pasaron muchos años hasta que en 1969 comenzaría la historia de Cuajone como hoy se le conoce, pues luego de varias negociaciones con el Estado peruano, acordaron ejecutar el proyecto por medio de un acuerdo con el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. De esta forma, la década de 1970 sería aquella en la que dicha mina comenzaría a forjar su historia. El mismo año del acuerdo comenzaron las labores de perforación y poco después, en 1970, se inició su construcción.

El desarrollo de la infraestructura de la mina de cobre comprendió el despliegue y construcción de carreteras y oficinas, tendido de redes de agua y alcantarillado, entre otras estructuras.

Una vez ejecutadas las obras, la producción de la mina comenzó oficialmente en 1976 y desde entonces atravesaría por una serie de cambios y mejoras que le permitieron ser una de las principales productoras de cobre en el país y una de las que genera más impuestos para el erario nacional.

De esos tiempos a esta parte de la historia, nadie podría haber presagiado que sería un vecino especial, el más codiciado por los comuneros, que despertara ambiciones desmedidas, pero, se dejaron llevar por el desconocimiento e influencias ajenos a la realidad que vivían y desplegaron una manera de reclamar con estrategias que quedaron en la historia del “primero golpea y luego reclamas”, el objetivo, lograr un resarcimiento económico a costa de chantajes y extorsiones, olvidándose lo que Cuajone significa para Moquegua y para el país.

EXTRAÑAS PARADOJAS

Las presiones que fueron más allá de la tolerancia ya pertenecen al pasado, eso fue ayer, hoy debemos ver el futuro que nos espera, alimentar ansias de poder de manera fácil ya no funciona en nuestra sociedad, el país es tremendamente rico en recursos naturales que por trasnochadas ideas reivindicacionistas, perjudican a otros y se convierten en vecinos tóxicos. Es necesario perseguir la paz, pero no con la violencia, menos con extrañas paradojas.

El futuro está en nuestras manos, en manos de miles de trabajadores que labran la tierra para cosechar el alimento de la población, así como se labran las entrañas de la tierra para extraer la riqueza que debe ser para mejorar la calidad de vida de la población, sobre todo, siendo Buenos Vecinos.

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