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Crece la indignación ciudadana

El anuncio de un posible adelanto de elecciones impulsada por fujimorismo --no por el amor al chancho sino a los chicharrones y porque Keiko quiere más-- pueda que tengan el aval y hasta el respaldo de los líderes de la mayoría de organizaciones políticas…

POR: JULIO FAILOC RIVAS  

El grito que se vayan todos y que no quede ninguno está empezando a tener sus primeros efectos en el sur del Perú, frente a la indiferencia de más de 49 personas ejecutadas extrajudicialmente y a los atropellos del ejecutivo y el legislativo, que no solo hacen oídos sordos, sino que también se burlan de una demanda tan legítima como el adelanto de elecciones.

Crece la indignación ciudadana frente al intento de la reelección encubierta de los congresistas con la bicameralidad y las recientes movidas para sacar del escenario a algunos candidatos que podrían hacerle competencia en las próximas elecciones; y también por la clara y explicitada intensión de capturar los organismos electorales para ponerla al servicio de la reelección y de la captura del poder en caso de que los resultados electorales les fueran adversos.

Si a lo señalado, le sumamos la destrucción de la meritocracia en el magisterio, la práctica desactivación de la SUNEDU que atentan contra la calidad educativa, la reciente destitución de Zoraida Ávalos, la aprobación de leyes del blindaje y la impunidad (en la que se incluye el secuestro del Tribunal Constitucional–TC y la Junta Nacional de Justicia–JNJ, y la modificación de las reglas de del proceso de colaboración de la colaboración eficaz y) con la finalidad de protegerse y de proteger a sus corruptos, la indignación ciudadana está más que justificada.

Si alguien cree que esta indignación ciudadana no ha tenido efectos positivos en la organización de la población de cara a la llamada tercera Toma de Lima programada para el 19 de Julio está profundamente equivocado e incluso es posible que esta pueda adelantarse porque consideran que esta fecha está demasiado lejos.

Las calles han empezado a entibiarse.  El Congreso y el Ejecutivo con sus acciones han hecho sus mejores esfuerzos para activar las organizaciones en todo el país,  que apenas se concentraba en Puno y que no pintaba a convertirse en algo mayor, razón por la cual sus organizadores la había programado con mucha anticipación, eligiendo una fecha significativa y emblemática en la que el movimiento popular –en el año 77– derrotó a la dictadura militar y la obligó a convocar a una asamblea constituyente y posterior elecciones presidenciales.

El anuncio de un posible adelanto de elecciones impulsada por fujimorismo –no por el amor al chancho sino a los chicharrones y porque Keiko quiere más– pueda que tengan el aval y hasta el respaldo de los líderes de la mayoría de organizaciones políticas, empero esta tiene más de un problema: 1) No tiene un correlato suficiente para aprobar el adelanto electoral. Puede que los dueños del partido estén de acuerdo con adelanto de elecciones, pero ¿los dueños de la curul serán capaces de inmolarse por la causa?

No me imagino a los “mochasueldos”, a la bancada Wawa Wuasi, que alberga a los “Niños”, votando a favor del adelanto de elecciones cuando saben que les espera el desempleo y la cárcel por las fechorías cometidas; 2) Un posible adelanto electoral coloca a Keiko Fujimori con mayores posibilidades electorales y eso lo sabe ella y los fujimoristas, y este hecho no solo polariza al país, sino que también se corre el riesgo de que desconozca su cuarta derrota con las secuelas ya conocidas.

El adelanto de elecciones no vendrá por iniciativa de los congresistas, sino que se necesita un empujoncito de la población con una gran y contundente movilización popular. Está comprobado: ¡sin luchas que no hay victorias!

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