POR: JURY BAYLÓN DELGADO
Un reciente informe de la Contraloría General de la República ha revelado serias deficiencias en la infraestructura y operatividad del establecimiento de salud Alto Inclán o también llamado hospital de Alto Inclán, en Mollendo. Este establecimiento de salud, cuya construcción formó parte de un proyecto de mejoramiento y ampliación de los servicios de salud, no está cumpliendo con los estándares básicos de seguridad, habitabilidad y funcionalidad necesarios para ofrecer atención de calidad a la población.
La Contraloría, a través del Informe de Control Concurrente N.º 24459-2024-CG/GRAR-SCC publicado el 14 de octubre último, evaluó el estado del hospital entre los meses de junio y septiembre de 2024. La supervisión fue realizada como parte de un proceso de verificación del cumplimiento de la normativa técnica y legal aplicable a la obra, cuyo costo total asciende a S/ 70,218,724.38.
SISTEMA DE GLP NO OPERATIVO
Uno de los puntos más críticos detectados en la inspección de la Contraloría fue la falta de operatividad del sistema de gas licuado de petróleo (GLP), destinado a proporcionar agua caliente para áreas clave del hospital como emergencias, lavandería, cocina, y esterilización. A pesar de que el sistema de GLP fue instalado, este no se encuentra operativo debido a la falta de presupuesto para la adquisición de combustible. Esta situación afecta seriamente el funcionamiento de varias Unidades Productoras de Servicio de Salud (UPSS) del hospital, comprometiendo la prestación de servicios esenciales.
Durante la visita realizada el 24 de septiembre de 2024, la encargada del establecimiento confirmó que se había solicitado la modificación presupuestal necesaria para adquirir el GLP, pero hasta la fecha, las áreas críticas del hospital continúan sin agua caliente. Este problema es particularmente grave en las áreas de esterilización y cocina, donde la falta de agua caliente compromete las normas básicas de higiene y salubridad, afectando directamente la atención que reciben los pacientes, refiere el informe.
PROBLEMAS ESTRUCTURALES Y DE SEGURIDAD
Otro de los hallazgos más preocupantes del informe está relacionado con la seguridad en las instalaciones. En el segundo nivel de la sala de comunicaciones del hospital se detectaron aberturas en el piso de 1,08 m x 0,59 m y 1,62 m x 0,58 m, que se encuentran cubiertas solo con planchas de madera de forma provisional. Estas aberturas representan un peligro potencial para el personal del hospital y los usuarios que transitan por el área, ya que no cuentan con protecciones definitivas, ni barreras de seguridad que prevengan accidentes.
El informe señala que estas aberturas corresponden a los ductos de instalaciones de comunicaciones y que la falta de cerramientos adecuados inobserva el Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE), que obliga a garantizar la seguridad de los espacios públicos y privados. La situación persiste en los niveles superiores e inferiores del edificio, lo que genera un riesgo latente que afecta directamente las condiciones de seguridad dentro del hospital.
NO HAY AIRE ACONDICIONADO
Por si fuera poco, la visita del equipo de control detectó que este establecimiento no cuenta con aire acondicionado, que según el Reglamento de Establecimientos de Salud y Servicios Médicos de Apoyo indica que, para un nosocomio de esta naturaleza, es obligatorio, si es que no existiera ventilación e iluminación natural en ciertas áreas, la instalación y funcionamiento de estos sistemas regulables.
Así se verificó que este servicio no está disponible; en el primer piso, en las áreas de medicina física, farmacia en área de dispensación y dosis unilateral; en el segundo piso, el área farmacia de emergencia no cuenta con aire acondicionado. En el tercer piso, el área de central de esterilización, el cual compone de 3 ambientes, que tiene barrera sanitaria entre sí, no cuentan con aire acondicionado.