La Comisión de Fiscalización del Congreso interrogó por varias horas y de forma presencial a Richard Cisneros debido a las asesorías que brindó al Ministerio de Cultura.
Durante su intervención dada en la sede del parlamento, Cisneros defendió la legalidad de los contratos suscritos con dicha cartera y aclaró que nunca fue asesor, sólo prestó servicios por los cuales fue requerido.
Cisneros comentó que fue requerido por correo electrónico para hacer una cotización por un servicio al Ministerio de Cultura. Mencionó que no tuvo contrato CAS y que no fue un funcionario público, por lo que no necesitaba tener un grado académico.
Asimismo, aseguró que para el trabajo «artístico» que realizó al Ministerio de Cultura solo bastó con acreditar que tiene una trayectoria musical con más de 30 años de experiencia probada. En ese sentido, reiteró que ha participado en la producción de varios eventos artísticos a nivel nacional e internacional.
En otro momento, recordó que en el 2016 tuvo «una reunión técnica de trabajo» con el entonces ministro Salvador del Solar en la que le manifestó su preocupación por esta situación; sin embargo, dijo que este proyecto no se llevó a cabo.
Cisneros dijo que «nadie lo recomendó» para estos trabajos, además aclaró que no tiene ninguna relación» con el presidente de la República ni conoce al jefe del Gabinete Ministerial.
También brindó su declaración en forma virtual, la exministra de Cultura, Sonia Guillén, quien dijo no conocer a Cisneros y se serán las investigaciones las que determinen si su contratación es irregular o innecesaria.
Durante su intervención, los parlamentarios miembros de la comisión cuestionaron la contratación de Cisneros, al considerar que no reúne el perfil para brindar el servicio requerido por dicho portafolio.
