POR: JESÚS LIENDO BELTRAMÉ
Como informáramos por La Prensa Regional, desde el 5 de agosto en el puerto de Arica se inició la aplicación del Manual de Servicios del Puerto, documento redactado principalmente de acuerdo a las exigencias del Reglamento de Uso de Frentes de Atraque e identifica los servicios prestados por el Terminal Puerto Arica S.A., estableciendo las normas y procedimientos seguidos en sus servicios, así como por los usuarios de los mismos, por ende también cambiaron las condiciones para la carga de Importación y Exportación principalmente de Bolivia, puesto que se deben ajustar a la entrada en vigencia del Manual de Servicios y Tarifas del puerto.
El Manual de Servicios del Puerto, corresponde al conjunto de los servicios y tarifas que son parte de un puerto que permitiría mejorar sustancialmente los tiempos de servicio a los clientes, incentivando que haya una programación previa para el despacho de la carga, implementando incentivos como el de “tarifa cero” para el usuario que cumpla con la programación del despacho establecida.
Como es obvio la ASP-B rechazó la aplicación del Manual, así como el incremento de las tarifas que significaban en promedio un aproximado de 200%, esto según la ASP-B, porque se estaría vulnerando el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que definió los límites entre ambos países y entregó la obligación a Chile de garantizar el libre tránsito por el puerto de Arica a las cargas de Bolivia. La ASP –B no puede negociar con la Administración del Terminal Portuario de Arica, la vigencia del tratado además de otros protocolos que fueron firmados en varias oportunidades, La pasada semana el titular de ASP-B, David Sánchez, advirtió que, de aplicarse el incremento de tarifas en Arica, disfrazado bajo el nombre de “nuevo manual de servicios”, ocasionaría importantes retrasos en ese puerto para la carga boliviana, principalmente en contra del transporte internacional.
En el 2016 se incrementaron las tarifas en un 10.7%, que Bolivia se ha negado en reconocer y cancelar, originándose una importante deuda. Después de tantas idas y venidas, finalmente la ASP-B ha propuesto un aumento tarifario de un 10%, porcentaje que no ha sido aceptado por el Terminal Portuario de Arica (TPA), lo que ha originado que la carga boliviana se encuentre retenida en el puerto.
La ASP–B actúa como intermediario de los importadores bolivianos que utilizan el puerto de Arica y que al no existir un convenio especial debido a que el último expiró el 2013, corresponde la aplicación del Manual, el mismo que ya opera para las cargas chilena, de exportación boliviana y peruana. Los volúmenes de carga de exportación no son significativos, motivo por el cual no ha merecido mayores rechazos, el tema es con la carga de importación boliviana y que significa el 87% aproximadamente de la carga total que se moviliza por el puerto de Arica.
Ante estos problemas, esperemos que los empresarios bolivianos se animen a incrementar los volúmenes de carga por el Terminal Portuario de Ilo, que viene demostrando eficiencia y eficacia en la atención de las naves.
