POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS
ECONOMISTA DEL CEOP ILO
Bolivia en los últimos 15 años o más ha tenido una economía prospera, el país recibió más ingresos que en todos los periodos de su historia. Actualmente goza de uno de los más altos crecimientos en América Latina.
Básicamente a nuestro país hermano le sucede lo mismo que al Perú, crecimiento basado en los recursos no renovables (hidrocarburos, minerales y otros productos primarios), el 86% de las exportaciones son con ese contenido. La idea central es revertir esta estructura diversificando la actividad productiva y/o dándole mayor valor agregado a su economía.
Mientras eso no ocurre de manera acelerada en vecino país deberá seguir importando bienes que no produce. El dilema de una economía que crece es que ahora las importaciones son mayores que las exportaciones, es decir hay un déficit comercial que permite salida de divisas del país. Lamentablemente esta característica invita a endeudamientos que no deberían ocurrir. Revertir esta tendencia si es posible, Bolivia tiene todas las capacidades para hacerlo.
¿Qué dice la teoría económica al respecto sobre el comercio exterior? David Ricardo indicaba que el comercio internacional aporta ventajas comparativas a un país, señala que los países generan mayor riqueza cuando se especializan en producir aquello en lo que son más productivos y comercializan con ello.
En otras palabras, somos comparativamente más competitivos en producir materias primas y no en bienes de capital, por ejemplo. Si podemos producir vehículos y maquinarias, pero comparadas con la que producen los países desarrollo los nuestros serian elevadamente carísimos y quizás de no buena calidad. ¿Entonces debemos seguir así eternamente?
De ninguna manera, el tema es como acumulamos o atraemos capital, como aprovechamos los beneficios del comercio exterior para diversificar la producción. No hay por su supuesto recetas acabadas al respecto, pero si experiencias a tener como referencia como la ocurrida con los países del Asia que vivieron la misma experiencia y hoy son económicamente potenciales.
Bolivia en el 2017 importo 9,287 millones de dólares y exporto 7,846 millones de dólares. Se deduce que las primeras están pesando más en el comercio exterior boliviano. Recurrimos a la Revista “Comercio Exterior” 259-2018 del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) para afirmar lo siguiente: los principales productos de importación son Suministros industriales no especificados (29.75%), Bienes de capital y sus accesorios (23.51%), Equipos de transporte (16.42%), Artículos de consumo (12.98%), Combustibles y lubricantes (9.88%) Alimentos y Bebidas (7.30%) y otros de menor participación.
Es evidente que una economía que crece requiera de maquinarias, equipos, combustibles y alimentos que el país no elabora o si los elabora no lo son suficientes.
¿De dónde provienen las importaciones?
La China ocupa el primer lugar (21.82%), Brasil (16.76%), Argentina (12.50%), Estados Unidos (7.95%), Perú (6.56%), Chile (3.84%), Japón (3.72%) entre los principales. La embarcación que actualmente desembarca mercancía por Ilo y hacia Bolivia es precisamente de China.
Observamos de otro lado que Perú es también un interesante importador para Bolivia.
La principal vía de importación de Bolivia es el carretero (83.29%) y en menor proporción el fluvial (10.06%), Ferroviario (6.42%), Aéreo (0.22%). Las principales rutas de carreteras son desde Arica, Iquique, Antofagasta, Ilo, Matarani, etc.
De otro lado, las principales aduanas de destino de las importaciones son: Santa Cruz con 3,945 millones de dólares (42.48%), La Paz con 2,308 millones de dólares (24.86%), Oruro con 1,465 millones de dólares (15.78%), Cochabamba con 717 millones de dólares (7.72%), Tarija con 582 millones de dólares (6.28%) entre los principales.
Entonces es Santa Cruz, en un poco menos de la mitad, el gran importador de Bolivia. Perú aparece en la estadística de importaciones de Bolivia en el Diésel, Barras de Hierro y Acero sin alear, Gasolina sin tetraetilo de plomo y en ínfima Harina de Trigo de morcajo. Poco, pero no podemos pedir más.
Desde la teoría es bueno que un periodo de tiempo las importaciones sean mayores que las exportaciones si las primeras favorecen el crecimiento de la producción, se justifica entonces si esta son maquinarias y equipos, vehículos y hasta alimentos que logren la diversificación productiva y la calidad de vida de las personas.