POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)
En la última visita al cementerio Presbítero Maestro, en compañía de Luis Ernesto Mendoza Ramírez, Presidente de la Asociación Cultural Tallán, a fines de 2019, visitamos el nicho de la soprano lírica Rosa Merino, destacada artista que cantó por primera vez el Himno Nacional del Perú.
Ese hecho histórico destacado en la Gaceta de Lima, sucedió un 23 de setiembre de 1821, hace 200 años, unos días después de la ocupación de la fortaleza del Real Felipe por el Ejército Libertador, y a poco de la proclamación de la independencia nacional por el general José de San Martín, el 28 de julio de 1821.
El Protector de la Libertad del Perú, convocó a un concurso, llamando a los creadores de reconocido prestigio, a componer la letra y la música de la canción patria. Se escuchaba en ese entonces “La Chicha”, de los mismos autores del futuro Himno Nacional, pero en esa canción no se advierte la marcialidad que demandaba una canción nacional.
Había que dar un Himno Nacional al Perú, ya teníamos nuestra Bandera, el Escudo, y ahora, el Himno Nacional, canción que resume la ligadura que hay entre el pueblo, su historia, su gente y su geografía. Asimismo, el Himno manifiesta una fuerza vibrante de compromiso de mantener la libertad aún a costa de la vida, como reza su coro y parte de sus estrofas.
El autor de la letra había nacido en Ica fines del siglo XVIII, tanto como el autor de la música, don José Bernardo Alcedo, en Lima, los restos de ambos están sepultados en el Panteón Nacional de los Próceres, en reconocimiento a esa gran labor, de componer letra y música de la canción patria de los peruanos y de las peruanas.
Para entender la letra del Himno, hay que sumergirse en el contexto social de la época, en las experiencias que vivía el pueblo peruano, hay que retroceder hasta dar con el momento histórico que tratamos de recrear, porque solo así entenderemos la inspiración de José de la Torre Ugarte, autor de la letra de la canción nacional que nos enseñan desde niños.
En los últimos tiempos hemos visto como se han rescatado una serie de documentos, producto de la investigación, que han hecho posible recrear la originalidad de la letra y de la música, el Perú entero ha quedado sorprendido con los hallazgos, que los trabajadores de la Historia han realizado en este campo, y es posible escuchar la canción en su originalidad, tal como la habría cantado Rosa Merino.
El general Herrman Hamann Carrillo inició una campaña brindando conferencias, y participando en las comisiones de trabajo, por la eliminación de la estrofa apócrifa y restitución de la letra original del Himno, lo que al fin se consiguió el 2010, ahora cantamos una estrofa, llena de esperanzas y de reafirmación en lo nuestro, y de fe en el futuro.
Juan José Vega publicó un ensayo sobre la estrofa apócrifa del Himno Nacional, abogando por su eliminación, y porque se cante otra estrofa, diferente a la que se repetía, asociada al no entendimiento del alma nacional, en el que los aciertos y desaciertos del virreinato están presentes. Vega fue un estudioso del pasado peruano, entendiéndolo de una manera objetiva, acercando a los peruanos y peruanas, a entender el pasado, tal como fue.
El pasado domingo 19 de setiembre, hemos leído un interesante artículo del historiador Juan Luis Orrego Penagos, publicado en el suplemento dominical del diario El Comercio, que nos aproxima a las peripecias por las que pasó la canción patria peruana, los detalles que presenta, van desde las modificaciones sufridas, y las estrofas apócrifas. y de cómo hay supuestos de que la canción se habría cantado en setiembre, pero no el 23. Asimismo, presenta la relación de estudiosos sobre el Himno Nacional.
En el Archivo Histórico del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, se encuentra un expediente del Himno Nacional, que permite conocer una serie de detalles sobre la Canción Patria, desde las declaraciones de su propio autor, expediente que da luces con respecto a este tema, que una vez más, en pleno Bicentenario nos invita a reflexionar.
Como ocurre en todos los países que he visitado, para nosotros los peruanos, nuestro Himno Nacional es el segundo después de la Marsellesa, igualmente dicen los argentinos, bolivianos, ecuatorianos, colombianos, chilenos, panameños, dominicanos, paraguayos, y otros, que su himno es el segundo en el mundo. Para nosotros, es el nuestro.
Con motivo del Bicentenario de la Independencia, hemos escuchado la versión actualizada del himno, en varios de los idiomas que se hablan en el Perú, quechua, aymara y ashaninka, en cada uno suena la misma música, lo que cambia es la lengua en la que se interpreta. Esta medida nos invita a pensar, que estamos reconociéndonos tal como somos, un país multi cultural, cuya unidad se entiende a partir de la diversidad cultural que lo conforma.
Mientras tanto, el nicho de Rosa Merino, la cantante que interpretó por primera vez el Himno Nacional, se mantiene como un espacio anónimo en el Cementerio Museo Presbítero Maestro, las limitaciones impuestas por la pandemia, han contribuido a que solo se mencione el nombre de la artista, en varios artículos, y que se le recuerde en la serie televisiva, El último bastión.