POR: ROICE ZEBALLOS RIVADENEIRA
Mucho ruido y pocas nueces, los incidentes y los excesos que hubo en pleno 28 de agosto resultan insólitos, mientras Tacna recordaba 92 años de su reincorporación al Perú, el presidente Castillo en un hecho sin precedentes con apoyo de su gente, vinieron parece a festejar en Tacna el voto de confianza que el día anterior le dio el Congreso, por que no trajo absolutamente nada concreto, llegó con las manos vacías, fueron puros populismos, anuncios, promesas y ningún proyecto específico para Tacna.
De yapa un improvisado balonazo desde el ex Palacio Municipal dándose un baño de popularidad, con anuncios genéricos. «Vamos a escuchar los pedidos para comprometernos en agilizar los proyectos pendientes de Tacna y el sur del país, pronto se reabrirá la frontera», pero no dijo cuándo, es el balance de lo que anunció el presidente, cuándo todos esperábamos algo diferente, puro ofrecimiento y hasta demagogia.
A eso se añade una ofensiva y burda «procesión de la bandera», que promovió gente de Perú Libre, faltando el respeto a Tacna y a nuestro emblema nacional, no tenía el escudo, con bailes y bandas folklóricas, banderas del Tahuantinsuyo y hasta vehículos que, pasaron debajo de la bandera. ¡Por Dios, dónde se ha visto tanta falta de respeto!, bajo la anuencia y mirada de todos sin que nadie pueda hacer algo, y un complaciente alcalde como Julio Medina que todo lo permitió, ¿Por qué era el presidente?… hasta lo declaró huésped ilustre en la sesión solemne del teatro municipal.
Queda claro qué el presidente Pedro Castillo llegó a Tacna para fomentar la división y sembrar odios innecesarios entre tacneños y gente que tal vez, es de afuera y trata de imponer sus ideas y costumbres, restando la verdadera identidad y significado del 28 de agosto, junto a la solemnidad de la legítima procesión de la bandera, que se ha desvirtuado con tanta insolencia de algunos que confunden el acto sublime con un acto político, ¡Así no señor Presidente a Tacna se le debe respeto y lealtad!
Es decir, todo el fervor de la peruanidad se echó por los suelos, fue una tremenda falta de respeto, lo raro y extraño es que nadie casi se ha pronunciado. Ni el ejército, la PNP, autoridades, etc. Solo ha reaccionado la presidenta de la Sociedad de Señoras de Tacna Viviana Cohaila Salinas, quien se había reunido 3 semanas antes con el alcalde y autoridades, allí decidieron suspender la procesión de la bandera y toda actividad que aglomere gente por la pandemia.
Al ver lo que ha sucedido, la señora Viviana, muy dolida y sorprendida ha dicho, que el alcalde Julio Medina será declarado, «antipatriota e incompetente», por todo lo que está haciendo al permitir se haga una mal llamada procesión de la bandera, desnaturalizando todo.
«Medina no conoce de patriotismo, no sabe lo que es ser tacneño», se ha dejado imponer muchos cambios por la gente de protocolo de Lima, que ellas (Sociedad de señoras) no se lo permitieron, se ha tergiversado el programa del 28 de agosto, ojalá que, la población nunca más vuelva a elegir a Medina», ni siquiera asistió a la ceremonia por la firma del acta de entrega de Tacna, remarcó conmovida y molesta la señora Cohaila.
Ahora, se espera en Tacna, conocida como «La Ciudad de la Bandera», el pronunciamiento de las demás autoridades, instituciones patrióticas, y hasta colegios profesionales.
Por lo pronto, sólo en redes sociales se difundió estos hechos lamentables y de triste recordación para Tacna, que han abierto brechas, debates y polémicas innecesarios, justo el 28 de agosto. ¡en nuestras narices!, no es posible que hayamos tenido tremenda ofensa, que promovió la visita del presidente Castillo, lamentablemente él y su gente no conocen la historia de Tacna, menos tienen siquiera un ápice de identidad con ésta Heroica Ciudad, que soportó 50 años de cautiverio, que merece todo el respeto consideración y reverencia.