Escribe: Julio Failoc Rivas.
La última semana Tacna y Moquegua se enlutaron con el fallecimiento de 42 y 41 personas respectivamente, víctimas del Covid; esto es, un número parecido a los que murieron en casi todo un mes. De mantenerse esta tendencia, si no se hace nada, según el doctor Jimmy Medina del Instituto de Gobernabilidad “López Follegatti”, el número de muertos, en ambos casos, se pueden más que sextuplicar en un mes. Pero de lo que se trata no es de contar muertos, sino de salvar vidas, y eso solo se puede contener -ya lo hemos dicho varias veces desde esta columna- protegiendo a los que son más vulnerables y evitando que el colapso del sistema de salud se siga profundizando.
La protección de los adultos mayores y aquellos que tienen alguna patología, como la diabetes, hipertensión, obesidad u otra enfermedad que compromete a los pulmones, es fundamental, porque son éstos segmentos de la población -y no otros- los que hacen colapsar el sistema de salud, además que se pueden complicar. Evitar que se contagien es estratégico ¿Tan difícil es entender esto?
La pregunta que se cae de madura: ¿cómo hacerlo?
Primero es entender que este asunto no solo es médico y técnico, que el sistema de salud ha sido rebasado, y que la pandemia exige la intervención de otros actores.
Segundo, los nuevos actores que hay que involucrar son los gobiernos locales, en todos sus niveles, incluyendo los centros poblados, y la población organizada.
Tercero hay que crear los Comandos Covid y las brigadas vecinales que ayuden a realizar la vigilancia sanitaria de las personas vulnerables y el distanciamiento social de todos los vecinos.
Cuarto señalizar con un barbijo de color fosforescente a las personas que se pueden complicar y a los familiares que viven con ellos para evitar que se contagien.
Quinto, implementar un plan de comunicación de alcance regional que refuerce la estrategia orientado a sensibilizar a la población y dar un trato preferencial a las personas vulnerables.
Otro aspecto que hay que superar es la visión limitada de que la respuesta al Covid solo la deben soportar los hospitales cuando ambas regiones tienen redes de salud en todo su territorio, que podrían dar atención primaria a los pacientes del Covid leves y moderados y descongestionar los hospitales. No entendemos cómo es que no se ha puesto al servicio del Covid los centros de salud I-4 más importantes que tienen una capacidad adicional de camas y que pueden atender las 24 horas del día.
Finalmente, es necesario prepararnos para lo peor y dotarnos de oxígeno suficiente para enfrentar la crisis que se nos viene en las próximas semanas. La capacidad de provisión de oxígeno apenas alcanza para atender a una cantidad de pacientes graves y lo ofrecido, que está demorando, todavía resulta insuficientes.
Hoy más que nunca debemos de guiarnos de este gran pensamiento aymara. “Que todos vayamos juntos/ que nadie se quede atrás/que todo alcance para todos/Que a nadie le falte nada”.
Que dios nos acompañe.