El número de casos nuevos de cáncer de piel en la región Arequipa se incrementó en aproximadamente 4% en los últimos diez años y cada vez son más frecuentes las personas que presentan lesiones benignas o malignas ocasionadas por la radiación ultravioleta del sol.
Así lo reveló Renato Farfán, médico dermatólogo y representante del Circulo Dermatológico del Perú (Ciderm Perú). “En la consulta ambulatoria de dermatología es muy frecuente encontrar pacientes con lesiones benignas y malignas originadas por la radiación ultravioleta, incluso a edades más tempranas en relación a otras regiones del Perú, y a veces estos casos representan aproximadamente una tercera parte de las consultas”, manifestó.
Comentó que entre los problemas de piel frecuentes en la población arequipeña y que son de naturaleza benigna se encuentran los “lentigos solares” y el “melasma facial”, que son lesiones oscuras; y, por otra parte, la “hipomelanosis guttata”, que son manchas blancas que se dan principalmente en las piernas.
Farfán informó también que el cáncer de piel afecta principalmente a adultos por encima de los 50 años de edad; sin embargo, en esta zona del país donde la radiación ultravioleta alcanza rangos extremos, cada vez se diagnostica con más frecuencia en personas entre 30 y 40 años de edad.
PREVENCIÓN
A fin de prevenir el cáncer de piel, la segunda neoplasia maligna más frecuente en hombres y mujeres de Arequipa, el especialista recomendó a la población evitar la exposición al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m. por ser las horas de mayor radiación ultravioleta.
Asimismo, usar sombres de ala ancha (más de 8 centímetros de diámetro), ropa de algodón de manga larga y de preferencia de color oscuro, usar fotoprotector solar (bloqueador) con filtro para la radiación UVB y UVA media hora antes de exponerse al sol y reaplicarse cada hora o dos horas dependiendo de la actividad física.
Finalmente, el dermatólogo recomendó a la población tener presente que la excesiva exposición al sol a edades tempranas (menores de 2 años) aumenta significativamente el riesgo de tener cáncer de piel a futuro, y que cada quemadura solar que se tiene duplica la posibilidad de desarrollar esta enfermedad, especialmente de tipo melanoma.