Por: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA
En la segunda mitad del siglo XX, la mujer empezó a alcanzar una existencia social plena, superando gradualmente la exclusión social, progresivamente se convirtió en agente activo de transformación social. Este cambio social, fue influenciado por el pensamiento universal de igualdad de la mujer, y por la lucha de las precursoras que desde hacía más de medio siglo se enfrentaban a la estructura social y a la mentalidad colonial supérstite en la sociedad peruana.
En el Perú, María Alvarado Rivera fue una de las primeras mujeres en plantear la igualdad de derechos civiles y políticos para la mujer en 1911. También lo hicieron Zoila Aurora Cáceres, Magda Portal, Ángela Ramos y Elvira García y García. En 1931 el Partido Aprista Peruano procuró un ensayo de participación política, permitiendo votar a las mujeres en elecciones internas. Otorgar derechos ciudadanos a la mujer aumento la masa electoral y un nuevo ritmo y fisonomía en la vida política nacional.
El Presidente Odría promulgó la histórica Ley 12391 el 7 de setiembre de 1955 a las 6 de la tarde. Inmediatamente se anunció el registro electoral para la mujer en todo el Perú y que, para facilitar las inscripciones, los comisionados irían a los locales laborales, según declaró el secretario del Jurado Nacional de Elecciones. Se calculó que el número de ciudadanas era igual o algo mayor al de los ciudadanos.
Superada legalmente la exclusión de la mujer en la toma de decisiones, en 1955 no fueron pocas las seleccionadas para la competencia electoral de 1956; 30 mujeres de los diversos departamentos peruanos aspiraron a ocupar una curul en el Congreso de la República, 28 postularon para diputadas y solo 2 para senadoras, ganando 8 para diputadas, y 1 para senadora.
Con respecto a la Ley del 7 de setiembre de 1955, Manuel A. Odría escribió dos días después:
“El 7 del presente tuve la satisfacción patriótica de poner el cúmplase a la Ley que consagra esta reforma constitucional, dándole a la mujer toda la amplitud de sus derechos ciudadanos al igual que el hombre. Se abre así una nueva y trascendental etapa en la vida política del Perú, hecho histórico al que estará unido, para siempre, el nombre del Movimiento Restaurador de Arequipa, que he tenido el honor de iniciar y conducir”.
Para Odría, no contaba la participación de las mujeres organizadas en la lucha por el voto femenino, todo era una importante conquista de la Revolución Restauradora que él encabezara. 30 mujeres participaron en la contienda junto a las ganadoras, representando a sus departamentos:
Ancash: Margarita Sánchez Figueroa (D). Lola Blanco Montesinos De La Rosa Sánchez (D), Rosa A. Sotomayor De Checa (D). Beatriz Castillo La Rosa Sánchez (D); Arequipa: Juana N. Álvarez Del Carpio (D), Hermelinda Morante De Vera (D), Frida Borja De Pretto (D); Ayacucho: Esther Parori De Jáuregui (D); Cajamarca: Irene Silva De Santolalla (S), Teresa Guerra García Cueva (D).
Cusco: Esther Carreño De Abrill Ferro (D), Rosa Lasanta De San Martín (D); Junín: María Eleonora. Silva Silva (D), Alicia Blanco Montesinos (D); La Libertad: Amable León De Flores (D), María Mercedes Colina De Gotuzzo (D), Rosa J. Estrada Alva (D), Sara A. Llosa y López Lavalle (D).
Lima: Lucila Valdez De Ducastaing (D), Victorina Prieto De Manrique (D), Manuela C. Billinghurst López (D), Esther M. Allison Bermúdez (D), Gabriela O’ Connor de Escajadillo (S), Matilde Pérez Palacio Carranza (D); Loreto: Juana Ubillús De Palacios (D), Emilia Barcia Bonifatty (D); Piura: Carlota Ramos De Santolalla (D), Josefina Ramos De Cox (D); Puno: Rosa Gutiérrez (D); y Callao: Blanca Puertas de Chávez (D).
No tuvieron participación Tumbes, Moquegua, Lambayeque, Ica, Tacna, Madre de Dios, Amazonas, San Martín, Huánuco, Huancavelica, Apurímac y Pasco, donde quizá aún se mantenía una fuerte estructura machista que limitaba la participación de la mujer en el universo político. Lo cierto es que la presencia de 30 candidatas refleja que la mujer ya empezaba a tener una existencia social plena y que su lucha que alternaba con los comienzos del siglo, iniciaba una fase de afirmación de la mujer como ciudadana en el universo de la política.