MARINO Y ALCALDE DE MOLLENDO
Aureliano Alejandro Navarrete Carmelino
Este memorable personaje supo congraciarse en la vida de Mollendo, por sus dotes de caballero, popular y espontáneo. Aureliano Alejandro Navarrete Carmelino, cuyos apellidos provienen de una simbiosis del español con italiano, nació el día miércoles 9 de diciembre de 1896 en el puerto del Callao. Fueron sus padres don Aureliano Navarrete Mispireta y doña Fidelia Carmelino Fuentes. Debemos recordar que fue sobrino carnal de don Zenovio Navarrete Mispireta, importante agente aduanero de Mollendo.
Muy joven ingresa a la Escuela Naval del Perú. A los 11 años perteneció al grupo de “Los pingüinos”. Egresa con el grado de alférez de la Promoción 1919. Una de sus primeras acciones en su carrera militar fue cuando era teniente primero, destacado en la Base Naval de la Isla San Lorenzo frente al puerto del Callao en 1930.
Durante su permanencia en la Marina de Guerra del Perú, en 1941 le tocó participar en acciones de guerra en el conflicto armado en la Campaña del Nororiente en la guerra con Ecuador, siempre a cargo de la comandancia del arsenal de la isla de San Lorenzo. Tiempo después será reconocido por el Estado Peruano por su entrega en la defensa de la Patria. Navarrete llegó a ocupar el cargo de capitán de Puerto de Mollendo y del Callao, era capitán de fragata. Al poco tiempo ingresa a la Marina Mercante comandando el buque carguero Mercurio, haciendo escala a todos los puertos de la costa peruana, entre ellos Mollendo.
Llega a Mollendo en 1950 ya retirado de la actividad naval, ingresando en la vida civil administrando la Compañía Comercial Elías S.A. agentes afianzados de aduana y comisionistas. Es en esta ciudad donde se casa con doña Berta Elías Navarrete el 1 de mayo de 1952 en la Iglesia Inmaculada Concepción de Mollendo. De este matrimonio nace su hija Marita.
Don Aureliano se distinguió por ser una persona de carácter fuerte, rectitud en todas las acciones que le tocó actuar, campechano, jovial y alegre. Su vida es un cúmulo de anécdotas, con un gran sentido de humor, en otras palabras, un hombre a todo terreno. Pertenece a la clase señorial porteña aquella que reunía a familias notables como los Jahnsen, Coloma, Elías Rivera, Núñez, Portugal, Polar, Franco y Köster.
El 27 de junio de 1961 es nombrado alcalde de la provincia de Islay, en reemplazo del Dr. Francisco Velarde Herrera, cargo de tiene por primera vez a un marino de carrera, ya que anteriormente dos fueron los primeros alcaldes de Mollendo que ostentaron grados del Ejército Nacional.
Durante su periodo municipal don Aureliano supo llevar con ahínco y poder de gestión la continuación de obras que la población requería. Tal vez una de las facetas que conocimos fue la de rescatar una antigua ancla que por varias décadas estuvo abandonada en el muelle Nº 2 cerca a la base del puente de fierro, que luego de su restauración fue ubicada en la avenida Mariscal Castilla. Resultó que este artefacto histórico era el Ancla del Almirantazgo, con más de 150 años de antigüedad y que debió pertenecer a una temible fragata del siglo XIX de procedencia holandesa.
Hoy en el Perú son pocas las anclas de este tipo y tiene un gran valor histórico y está catalogado como patrimonio de la ciudad, porque es parte de la identidad mollendina. Hoy en día es un símbolo universal y fue dedicada a la institución Pro-Marina de Mollendo en la persona del señor Juan Köster Vargas, pionero de la Liga Naval, y exdiputado por la provincia de Islay.
Llevado por la emoción cultural e histórica y como buen chalaco, decide construir al ingreso de la ciudad un obelisco (en el Callao existen varios) otro símbolo universal, y formará también parte del patrimonio local y nacional, que años después será catalogado como el mejor obelisco del sur del Perú.
Deja el cargo de alcalde el 31 de diciembre de 1966 siendo reemplazado por don Jorge Zuzunaga Flórez (1967-1969).
Nuevamente es elegido alcalde de la provincia de Islay por Decreto Supremo del Gobierno Militar del general Juan Velasco Alvarado, el 18 de diciembre de 1970 al renunciar el alcalde Manuel Madalengoitia Moreno, periodo en que Mollendo cumplirá 100 años de la fundación ferroviaria (6 de enero de 1871-1971). Tenía por entonces 74 años de edad, siendo el alcalde más longevo en la historia de Mollendo.
Como presidente de la Junta Pro-Centenario de Mollendo y con la participación dinámica del señor Jorge Zuzunaga Flórez, logra realizar un vasto plan de obras de acuerdo con la Ley Nº 16111 teniendo gran respaldo popular.
Don Aureliano Navarrete es ya parte del patrimonio de Mollendo, supo llevar con orden y honestidad el cargo de servir al pueblo.
Decía la editorial de la revista Mollendo del Círculo Cultural Baca Flor “Al llegar a los 100 años de vida civil no nos presentamos con las manos vacías, más bien, una sobrecarga de interrogaciones que envuelven obligaciones que repartimos por igual, entre todos los componentes del momento histórico que vivimos; porque las obligaciones colectivas descansan en la obligación individual y, lo que es el individuo es su colectividad donde le haya tocado vivir, condenando decididamente situaciones hipócritas o cobardes. Mollendo en el consenso nacional se ha hecho sitio, no con favores sentimentales o caritativos, sino con la entereza de Puerto Bravo, de persona mayor de edad que ha conquistado pedazo a pedazo la consideración que disfruta, con legítimo orgullo”.
Creemos firmemente que don Aureliano Navarrete Carmelino, cumplió en todo el sentido de la palabra su participación como alcalde, que según la mayoría de la población mollendina del siglo XX lo consideran como uno de los más connotados burgomaestres junto a varias personalidades como Augusto Ratti, Teófilo Núñez Valdivia, Luis Calvimontes Sáenz, en la historia de Mollendo, porque entraron con las manos limpias y salieron de igual manera.
El capitán de Fragata (r) AP Aureliano Navarrete Carmelino deja la gestión municipal el 31 de marzo de 1975, asumiendo el Dr. Carlos Cuba Valdivia, el siguiente período municipal.
Tuve la dicha de conocer a este magnánimo personaje en la historia de Mollendo, con un caminar pausado y seguro con las manos hacia atrás, transitando por las calles de la ciudad, donde los viandantes lo saludaban con afecto. Su presencia era agradable “para quitarse el sombrero” como decían los antiguos moradores. Vivía en la calle Arequipa con Islay. No necesitaba de vehículos ni parafernalia, menos seguridad, porque era un hombre noble, honrado y sencillo.
Al poco tiempo decide viajar a su tierra natal. Fallece en completa paz gregoriana el miércoles 12 de septiembre de 1979 en el Hospital Naval en Lima. Tenía por entonces 83 años de una vida fructífera y ejemplar. Sus restos fueron enterrados en el cementerio Baquíjano del Callao.
Hoy nos hemos hecho la promesa de rescatar del olvido a los personajes que hicieron la historia y que gracias a ellos es que Mollendo existe. Don Aureliano Navarrete está en la galería de alcaldes en la Estación Cultural, pertenece a Mollendo.