POR: NICOLÁS VALDEZ C.

Para nadie es ajeno la problemática que vive la región sur, con el desplome de la pesca industrial el cual las dos últimas gestiones gubernamentales, no han podido enfrentar y resolver con valentía.

No es posible que cada año nuestro país pierda, mil millones por no poder pescar y aprovechar el tema anchoveta; ello origina más de 13 plantas cerradas, perdida de 30 mil puestos de trabajo directos e indirectos; profesionales de ingeniería pesquera y otras especialidades de nuestras universidades que no tendrán opciones de laborar; en fin, se le ha quitado a la región sur principalmente Ilo, una de las principales fuentes económicas de vida y desarrollo, favoreciendo al país del sur, que si pueden pescar el recurso sin problema.

El asunto es que, en boca del propio ministro de la Producción Raúl Pérez Reyes, él había pedido informe científico al ente autorizado, Instituto del Mar del Perú IMARPE, si era posible permitir la pesca industrial dentro de las 5 millas y si iba a perjudicar a los artesanales; el informe fue categórico; si es posible y que no perjudicaría al otro sector.

Esto obviamente abrió una luz de esperanza para miles de trabajadores pesqueros que hoy sufre las consecuencias del nefasto DS. 005 emitida en el 2012 en el gobierno de Ollanta Humala y que en los siguientes años, viéndose la traición a los intereses del país, fue el compromiso de muchos políticos de restablecer un «Régimen Especial» con las denominadas «Ventanas de Penetración» en zonas definidas por IMARPE para evitar cualquier tipo de injerencia y «depredación», tal como se estableció en el 2008 hasta 2011, donde todos los informes fueron favorables para los industriales y el otro sector, incluso hubo aumento de embarcaciones artesanales, más allá del fondo de APROSUR que les favorecía con proyectos como frigoríficos, alimentos, casas ensambladas, aparejos, instrumentos, talleres de maestranza, etc, etc; una convivencia pacífica y bonanza económica para el sur.

Esto despertó el celo y la codicia del norte de Chile, ellos empezaron a pescar menos e hicieron una fulminante campaña para desarticular y desacreditar el régimen especial del Perú; incluso llevaron su problemática a organismos internacionales; penosamente su campaña tuvo éxito y tuvo el apoyo de malos peruanos entre ellos la ministra Gladys Triveño quien impulso en el 2012 el DS 005 que prohibía la pesca industrial dentro las 5 millas. La Triveño no tuvo un soporte técnico de zócalo y profundidad de estas costas, muy parecido al norte chileno y donde el recurso se apega a la orilla.

Hoy en día el ministro, Raúl Pérez Reyes no actúa con valentía y siente temor de enfrentar y resolver y argumenta que «Hay un grupo de gremios de pesca artesanal que no está de acuerdo; la idea es seguir intentando este espacio de diálogo, pero si no se logra no habrá pesca industrial en esta zona», es decir el ministro se intimida y le da la espalda al ente técnico científico de IMARPE y lo que es peor, deja que las fábricas pesqueras sigan convirtiéndose en chatarra con miles de puestos de trabajo a cuestas y engordando en millones la industria pesquera chilena.

Nos han mentido todos estos años con mitos que el «pescado para el pueblo y no para los chanchos», «la anchoveta para el consumo humano directo», «se comerá pescado más barato a precio regalado», etc, etc, etc. Nada de eso es verdad.

Lo único cierto que, en propia boca de los dirigentes artesanales, en estos 7 años de vigencia de la 005, no hay aumento de pesca de algunas especies tradicionales; el pueblo come menos pescado y nadie consume una sola anchoveta; entonces ¿para quién se cuida el recurso?; ¿para quién se dicta las normas y se gobierna?

Lo cierto es que Chile define su cuota de pesca en el norte, en base a la cuota que el Perú no puede pescar, ellos si entran hasta una milla sin ningún problema, en el 2018 han capturado 750 mil toneladas aprox. y nosotros ni la cuarta parte; cada año aumentan sus fábricas pesqueras, de Omega3 y los industriales conviven normal con los Artesanales, ciudadanos peruanos viajan a trabajar a las fábricas pesqueras en Arica sufriendo explotación; ¿y el sur peruano?… un descalabro total.

Esta es la triste realidad de este sector que está directamente vinculado a nuestra economía.

El presidente Martín Vizcarra y el Ministro de Produce, tienen que ser de una vez audaces y ver este tema urgente por el bien del país; el Stock de anchoveta que lo compartimos con Chile no podemos regalarlo en bandeja, con la pérdida de miles de millones de dólares, esto es traición a la patria…es mi opinión.