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29 abril, 2025 5:19 pm

El valor de la mujer en el nuevo milenio

El respeto es un valor esencial que sostiene la dignidad de la mujer en una sociedad que enfrenta constantes desafíos.

POR: MG. GLORIA IVONY MAYNAS ESPÍRITU

Este artículo no es de los que suelo publicar sobre contrataciones públicas, aunque en los próximos meses me centraré en las columnas sobre la nueva Ley N° 32069, Ley General de Contrataciones Públicas. Hoy quiero compartir un poco de lo que expongo en mis charlas y eventos de crecimiento y desarrollo personal acerca del valor de la mujer en el Nuevo Milenio. En un mundo donde las redes sociales moldean percepciones, el valor de la mujer es un tema abordado cada vez con más cuidado.

Para mí, cada mujer enfrenta desafíos únicos en la sociedad: desde el crecimiento profesional hasta la maternidad, ambas elecciones admirables y desafiantes. Pero ¿cómo evaluamos realmente el valor de una mujer? ¿Por ser madre, titulada profesional, empresaria o simplemente por ser mujer?

El valor de la mujer, frecuentemente debatido, también se ve afectado por relaciones que cruzan límites morales. En plataformas como https://www.threads.net/@lincepeda/post/C-toWUURkpU/las-mujeres-que-se-meten-con-hombres-casados-y-con-hijos-tienen-valores-dignidad, encontramos debates sobre la dignidad de quienes se involucran con personas comprometidas. Veamos algunos comentarios:

«No tienen valores… especialmente las que, sabiendo que el hombre está casado, lo permiten.»

«La solidaridad entre mujeres debería impedirnos involucrarnos con personas comprometidas.»

«Hay quienes desean lo ajeno, incapaces de construir su propio camino.»

«El respeto no se ha perdido solo en ellas, sino también en quienes eligen faltar a sus propios compromisos.»

«La carencia de valores a menudo refleja vacíos emocionales.»

Estos comentarios resuenan como ecos con poder curativo en un mundo donde las faltas de respeto son cada vez más comunes. Reflexiono sobre un episodio personal: una noche, mientras mi exnovio —claro, para ese entonces no era ex— y yo disfrutábamos de la sinfonía del ocio del TikTok, descubrí su infidelidad en cuanto corrían mensajes seductores y amoríos por doquier, fuera de todo respeto entre jefe y subordinada. Ella, Laurita —cuyo nombre resaltaba en la red social de donde llegaban los mensajes—, quien es trabajadora de la Municipalidad Provincial de Ilo, me recordó la fragilidad de los valores y el respeto.

Regresando a nuestro tema, las redes sociales han normalizado comportamientos que antes se consideraban inaceptables. Sin embargo, la mujer sigue siendo un ser de inteligencia, creatividad y ternura. Sus cualidades, en lugar de ser siempre apreciadas, a menudo son ignoradas o subestimadas, y en el ámbito laboral y político, la mujer ha demostrado estar a la par de cualquier hombre, a pesar de enfrentarse a hombres y mujeres que desprecian o dudan de sus capacidades. Todo esto depende de los valores inculcados en casa, que actúan como pilares fundamentales en nuestra sociedad.

Es así que, en este nuevo milenio, la mujer es como el viento: con fuerza invisible, mueve montañas y al mar. Su valor reside en lo puro y lo inmenso, en ecos silenciosos que empiezan a resonar. Con un paso firme y un corazón inmenso, transforma al mundo, sin mirar atrás.

Análisis & Opinión