POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA
A fines de diciembre, salió publicada la relación de ascensos y en paralelo los pases a situación de retiro en nuestra benemérita Policía Nacional del Perú. A los días, el Comando General anunció los cambios de colocación de todo el personal en las diversas unidades a nivel nacional, con efectividad al 1 de enero de este año.
En el primer recuadro, dentro de cientos, estuvo el controvertido Harvey Colchado, cantado a todas luces que culminaría tempranamente su carrera por haberse enfrentado torpemente a la autoridad, al ordenar el ingreso con comba al domicilio de la mandataria, y que luego ridículamente se mofó al postear en el aplicativo WhatsApp una foto de una torta aparentemente obsequiada por su cumpleaños con la imagen de esa deslucida escena. Para esto, en abril pasado, Colchado Huamaní ya había sido retirado del cargo de jefe de la politizada DIVIAC.
En tanto que, en la segunda relación, se encontró -entre miles- a Junior Izquierdo, reasignado a la región de Moquegua como policía comunitario.
Precisamente, de esto último, los adversarios del gobierno han criticado esta medida. Uno de ellos ha sido el ciudadano Harvey, quien ya de retiro puede hablar lo que se le antoje (aunque dudo que sus oraciones sean racionales), declarando vía redes sociales sobre el apodado “culebra” que “…, acaba de ser enviado a Moquegua como Oficial comunitario; es decir, le quitan al país un investigador de la Diviac para mandarlo a programas preventivos con vecinos y escolares”.
Aquí detengámonos un momento, prometo que breve, para analizar este insano comentario. Primero, es prerrogativa constitucional y legal del Ejecutivo, a través del Ministerio del Interior, y a su vez del Comando Policial, efectuar los cambios de colocación, entre otros, por necesidades del servicio, de todo el personal PNP; ello, conforme a lo dispuesto en el Decreto Legislativo Nº 1149, Ley de la carrera y situación del personal de la Policía Nacional del Perú. Segundo, todos somos necesarios, nadie indispensable, incluyendo desde luego a este polémico Capitán. Tercero, Izquierdo Yarlequé antes de ser destacado a Moquegua estuvo prestando servicios en la Dirección Nacional de Orden y Seguridad. Y cuarto, el puesto a desempeñar es de carrera policial como Oficial de Armas (Oficial Subalterno). En suma, a este caballero (dispénseme la bondadoso del término utilizado), no se le envió a las mazmorras. Más aún, la página web https://www.gob.pe/institucion/mininter/campa%C3%B1as/52265-policia-comunitario-trabajando-juntos refiere que “Los policías comunitarios trabajan de la mano con la comunidad y permiten una convivencia pacífica entre vecinos; asimismo trabajan en prevención del delito y realizan patrullaje y control de parques y zonas públicas de mayor concurrencia”.
Ahora bien, es ampliamente conocido que este polémico personaje en actividad estuvo directamente inmerso en escándalos que pretendieron mellar la imagen del Ejecutivo, específicamente de Juan José Santibáñez, titular de la cartera del Interior, de quien dijo haber sido su amigo, hasta posteriormente traicionarlo. ¿La razón? Obvio que quiso emular la frase “pa’ bravo yo”, arrimándose a la cada vez menos creíble caviarada, y pagó las consecuencias de sus fanfarronadas.
