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22 noviembre, 2024 7:21 am

Asqui está muerto, pero la impunidad vive

POR: LARRY ORMEÑO CABRERA     

El 2 de noviembre “Día de los difuntos”, fui al cementerio a visitar algunos familiares y amigos que partieron al otro lado de la luz descansando el sueño eterno, en ese momento sentí un sentimiento de tristeza e impotencia al saber que en ese mismo momento 2 familias lloraban en las tumbas de sus seres queridos que no descansan en paz desde hace varios años clamando desde el más allá justicia y pidiendo que sus muertes a manos de asesinos  no queden impunes, me refiero a las personas de Eleodoro Asqui Huisa y Frank Aldo Cervantes Campos.

Estos dos crímenes en fechas y lugares distintos conmocionaron a Ilo y Moquegua, pero pese a ello, hasta ahora los autores de dichos asesinatos gozan disfrutando una injusta libertad, gracias a la incapacidad, inoperancia y falta de experiencia de los Fiscales que estuvieron a cargo las investigaciones o quizás no cumplieron su función como titulares de la investigación y persecutores del delito de manera intencional, haciendo suponer que hubo algo de por medio, porque  pese a las pruebas, archivaron los casos.

En aquel entonces, estos hechos involucraban al hijo, gente de su entorno y hasta el mismo exgobernador regional de Moquegua Jaime Rodríguez Villanueva en su segundo periodo. Estas acusaciones y sindicaciones fueron interpuestas por las propias familias de las dos personas asesinadas, tal como lo manifestaron públicamente a los diferentes medios de comunicación la esposa, madre y familiares, uno en Ilo el año 2015 y el otro en Moquegua ese mismo año.

ELEODORO ASQUI NARRÓ LOS HECHOS QUE LE COSTÓ LA VIDA

Ante lo expuesto líneas anteriores, mi persona calidad de abogado recibí en mi estudio jurídico al señor Eleodoro Asqui Huisa una semana antes de su muerte, donde me manifestó que acudió a mi despacho por la confianza que le inspiraba al ser presidente del Frente Anticorrupción de Ilo y con unos documentos en mano quería realizar una denuncia sobre el “cambiazo” de piezas de maquinaria pesada y desaparición de combustible en el taller del Gobierno Regional de Moquegua.

Después de esa conversación no supe de él, hasta el día que encontraron su cuerpo sin vida sobre unas peñas en la orilla del mar, fuera de la ciudad y cerca de Enersur.

FISCALÍA DE LA NACIÓN DEBE REABRIR INVESTIGACIÓN

Estos hechos de impunidad y sufrimiento de los familiares da impotencia e indignación, lo que motiva a escribir y pedir públicamente a los congresistas de la República puedan solicitar  a la Fiscalía de la Nación que desde Lima envíe fiscales y policías especializados en crímenes de éste tipo para reabrir estos casos, desarchivando los mismos e investiguen correctamente sin proteger a nadie, realizando las diligencias necesarias y suficientes para que los asesinos purguen una justa condena y los deudos encuentren la justicia que claman y sus víctimas puedan descansar en paz.

ANTECEDENTES DETALLADO DE LOS HECHOS   

Varios medios de comunicación a nivel local, regional y nacional dieron cobertura a esta noticia del asesinato de Eleodoro Asqui Huisa, es por ello que transcribo el informe del periodista Rufino Mota, aparecido en el diario La República, el 25 de mayo del 2019.

EXTRAÑO CRIMEN

El abogado Ormeño ha lanzado otra acusación grave contra el gobierno de Rodríguez. Lo vincula con la extraña muerte del exobrero Eleodoro Asqui.

En la gestión de Martín Vizcarra, Asqui fue capacitado y operaba la excavadora PC-350LC-8 comprada por el Gobierno Regional de Moquegua (GRM) a la empresa Komatsu Mitsui a un valor superior a S/. 1 millón, en el 2011.

Cambiazo piezas maquinaria KOMATSU – Archivo

Tras el cambio de gestión, en enero pasado, Asqui fue despedido. Desde febrero estuvo intentando volver a su puesto.  Viajaba dos veces por semana de Ilo a Moquegua. En sus visitas se entrevistaba con el jefe del taller regional, Jesús Alvarado, y un tal “ingeniero Rospigliosi”. Éste último, a quien se refería sería Cristian Rospigliosi, quien también laboró en dicha unidad de maquinarias.

Por insistencia reingresó en junio pasado. Le encargaron recoger la máquina de la cual antes estaba a cargo.  Ésta estaba arrojada a 40 Km de la carretera Binacional, cuando debía de estar en la obra de trocha Quinistaquillas-Yaragua-Llojo, en la provincia Sánchez Cerro. La máquina no solo estaba abandonada sino despiezada (desmantelada).

No tenía el cucharón original de seis uñas sino otra de cinco uñas y le faltaban otras piezas.

Para evitar responsabilidades, el operador decidió no manipular el equipo y escribió un informe simple. En éste dejó constancia del desmantelamiento.

El manuscrito intentó presentarlo al taller regional, pero los encargados no quisieron recibirlo. Luego Eleodoro Asqui se enteró de que parte de las piezas sustraídas de la máquina del Estado habrían sido puestas en la excavadora modelo PC-300-LC-8 de la empresa Grupo Roca Contratistas EIRL que el Gobierno Regional de Moquegua tenía alquilada. Según ficha registral, esta empresa es propiedad de Jesús Rodríguez, hijo del gobernador.

Su suerte empezó a cambiar cuando al ver que no lo contrataban formalmente amenazó con denunciar los ilícitos.

Asqui salió de su casa la madrugada del 20 de agosto tras recibir un día antes llamadas insistentes de una persona quien le venía prometiéndole que volvería a su empleo. Nunca más regresó a casa.

Después de 20 días de estar desaparecido fue hallado muerto el 10 de setiembre en una playa de Ilo.

Inocencia Supo es la viuda del ex operador Asqui. Ella cuenta que su esposo no tenía enemigos. Era un trabajador humilde y dedicado, que le gustaba conservar bien las herramientas con que laboraba.

“Me comentó que sí sabía de lo que estaba pasando en la Región. Él no iba a buscarse problemas. Como todo padre solo quería trabajar”, señala entre sollozos.

De acuerdo a la necropsia de ley, el extrabajador falleció por insuficiencia respiratoria, shock hipovolémico y traumatismo torácico. Los peritos interpretan que su deceso fue debido a los golpes que le propinaron.

Semanas antes de su desaparición, Asqui fue al despacho del Larry Ormeño. Le contó lo ocurrido con la máquina. Le dejó copia del manuscrito. Ormeño recuerda que entre junio y julio se produjo la reunión. Ahí le pidió que tome fotografías para tener más pruebas. El ex operador se comprometió a volver en un par de semanas. No regresó más.

Por eso, Inocencia Supo no solo cree que es sospechosa la muerte de su esposo. Para ella los papeles hablan por sí solos. Su único deseo es que se haga justicia.

La viuda intentó hablar con Jaime Rodríguez. Fue imposible. Inocencia tiene miedo a los incondicionales del gobernador. La tarde del miércoles último, cuando era entrevistada en el cementerio de Ilo por la periodista Anuska Buenaluque (de Cuarto Poder) fue insultada por una turba. Estos aparecieron en forma sorpresiva en el camposanto.

Tras la muerte del ex operador, Ormeño Cabrera buscó la hoja escrita que le dejó e indagó sobre la ubicación de las máquinas.  Denunció el hecho ante la Fiscalía el 16 de setiembre.

Al día siguiente, el fiscal Anticorrupción, Wilson Arhuata, y agentes de la Dirección contra la Corrupción (DIRCOCOR) intervinieron la excavadora alquilada en el km 21 de la otra obra vial Moquegua-Omate (tramo I). Los obreros trataron de esconder la unidad alejándola de la presencia del fiscal.

Comprobaron que el cucharón de seis uñas sustraída a la máquina de la Región habría estado colocado en la del hijo del gobernador.

Además, verificaron que este equipo había sido simulado en su potencia y serie. Le habían puesto un sticker como si fuera del modelo 350, cuando en realidad era de 300. Arhuata dispuso su inmovilización, pero a los pocos días desapareció el equipo. Para el consejero regional, Pedro Valdivia, alteraron la capacidad del equipo para que les paguen más por el alquiler. Además, está seguro que el fiscal actuó con poco interés por que se debió incautar la máquina intervenida.

Según el abogado del gobernador, José Machaca, asegura que Jesús Rodríguez, hijo del titular moqueguano, está desvinculado de la máquina alquilada e intervenida por el fiscal.

Refiere que el 01 de setiembre se había transferido al Grupo Hermes. Y quien firma el contrato con la Región es Gian Marco Gómez Rieja.  Pero para el consejero Pedro Valdivia, Gómez sería un testaferro. Su versión no deja de tener razón. El vale del combustible que el operador Willy Rodríguez le entregó al fiscal durante la diligencia consigna al Grupo Roca.

Valdivia interpuso una denuncia en contra de Jaime Rodríguez y su hijo, por peculado doloso y asociación ilícita para delinquir. El fiscal Jesús Rojas Hurtado es quien asumió hace una semana las investigaciones sobre las maquinarias en reemplazo de Arhuata.

La prueba que refuerza la veracidad del manuscrito de Asqui es el informe 002-2015 remitido por el ingeniero Eumar Beltrán al residente de la obra de la carretera Quinistaquilla, Daniel Niebles.

En éste se recomienda que se tome en cuenta el informe técnico que estuvo elaborando Asqui, detallando cada irregularidad.  [Fuente La República]


OTRA SOSPECHOSA MUERTE IMPUNE EN LA GESTIÓN DE JAMOCHO

No solo el asesinato en Ilo de Eleodoro Asqui Huisa quedó impune y archivado por el Ministerio Público, donde estaba involucrada gente de confianza del exgobernador Jamocho Rodríguez. El otro caso en Moquegua de Frank Cervantes Campos, quien fue hallado muerto en su vivienda el 28 de julio del año 2018. Inicialmente quisieron hacer pasar como una muerte por asfixia y atragantamiento con su saliva, pero después de las pesquisas y la necropsia respectiva se determinó que su muerte se debió a un asesinato.

Desde ese año la madre de la víctima, Alicia Campos Álvarez libró duras batallas desde que llegó a Moquegua desde Italia, lo hizo para darle cristiana sepultura y clamar justicia por la muerte de su hijo, con su propio esfuerzo logró recabar la información y tener las evidencias suficientes para que la fiscal Yukio Merma pueda iniciar la investigación y realizar las diligencias necesarias para que éste crimen no quede impune.

Alicia Campos Álvarez involucraba en la muerte de su hijo a Alan Relly García Valdivia quién se desempeñaba como seguridad de Jamocho Rodríguez. La indignada madre manifestó que el fiscal que estuvo a cargo de las investigaciones se negaba y habría puesto trabas para hacer las diligencias y las pruebas de exámenes toxicológicos y patológicos, por ello acudió hasta hablar en la ciudad de lima con el mismo fiscal de la nación Pedro Chávarri, contándole lo sucedido y más parece que sirvió para tapar todo y proteger a los autores del crimen, que finalmente terminó archivado e impune el asesinato.

PEPERAS INEXISTENTES

Dichos exámenes determinaron que no hubo evidencia de la presencia de fármacos o medicamentos que hubieran utilizado las “peperas” para hacerlo dormir con intenciones de robarle como inicialmente quisieron aparentar.

De la misma forma pretendieron dejar pasar por alto la abundante sangre que existía en el escenario del crimen y no querían recoger tal evidencia, ni realizar la prueba de luminol, con la intención inicial de hacer ver que la muerte se debió a un atragantamiento de su salida y por ello se habría asfixiado, cuando era evidente que había sido golpeado y dejarlo ensangrentado.

VÍCTIMA GUARDABA BOMBAS DE INYECCIÓN

Lo sospechoso para la madre de la víctima fue que Jesús Rodríguez Valdivia hijo de Jamocho Rodríguez le llevó a la casa de su hijo unas bombas de inyección de la maquinaria pesada, específicamente de Caterpillar para guardarlas reservadamente, porque la habrían sacado de las instalaciones del GRM, es por ello que la denunciante relaciona por la similitud del crimen de su hijo con el de Eleodoro Asqui en Ilo, según declaraba a Radio Americana.

Casualmente habrían sucedido por ocultar repuestos de equipos de maquinaria pesada como excavadoras y otros, manifestó que mataron a Frank Aldo Cervantes Campos por saber y tener información reservada y delicada por las investigaciones que venía realizando la fiscalía, que su propio hijo se lo dijo a su madre vía telefónica una semana de su muerte y le manifestó que el hijo de Jamocho Rodríguez le iba a entregar un dinero por guardar la bomba de inyección, etc.  y por ello sindicaba a Alan Relly García Valdivia quién sería un ex efectivo policial dado de baja y laboraba como  guardaespaldas o seguridad personal del ex Gobernador Regional Jaime Rodríguez Villanueva, quién habría estado con la víctima al momento de su muerte, indicando él investigado que estuvieron tomando licor, pero esto la madre no lo cree, porque esta misma persona  ya lo habría amenazado anteriormente de forma reiterada en hacerle daño, según le manifestaron testigos presenciales de dichas amenazas.

La indignación fue mayor por el archivo de la denuncia por parte de la fiscalía y por ello hasta ahora clama justicia porque los supuestos autores del crimen de su hijo están libres impunemente tan igual que el caso de Eleodoro Asqui Huisa.

Segunda exhumación de Frank Cervantes Campos.

Análisis & Opinión