POR: MG. GLORIA IVONY MAYNAS ESPÍRITU (ESPECIALISTA EN CONTRATACIONES DEL ESTADO – LICITACIONES) [CELULAR 952956134]
Desde que entramos al estado de pandemia, la situación de cada peruano empeoró con los despidos masivos, la muerte de un familiar o el maltrato emocional y físico de algún personaje, pero no contento con esto, la paranoia de las redes sociales, cuyos contenidos alarmantes de los usuarios conllevaron y conllevan al riesgo de la depresión y suicidio.
Algunos dirán: Si no saben controlar sus emociones – ¿Para qué ingresan a sus redes sociales? El que se hace esta pregunta está siendo víctima de una de las tantas consecuencias que tiene el uso excesivo de las redes sociales. En tiempos de pandemia el peruano ha demostrado que jamás se rinde; aun estando en desgracia no hay quien lo detenga y muchos hicieron y continúan haciendo uso de sus redes sociales, como herramienta de negocios y de distracción o de aprendizaje, pero se encuentran con contenidos narcisistas, videos denigrantes, acoso online, hombres y mujeres egocéntricos, imágenes alarmantes sobre el Covid-19, comentarios sin censuras, etc. – ¿Qué intención tienen los usuarios detrás de las redes sociales?
Hace unas semanas atrás, el presidente de la República, Francisco Sagasti, brindó un mensaje a la nación sobre las nuevas medidas ante la emergencia sanitaria en el Perú, de pronto en las redes sociales se bombardearon las restricciones con memes de todo calibre según niveles: Extremo, Muy Alto, Alto. Es cierto que las redes sociales no tienen alma, al contrario, tiene un lado oscuro formadas en internet y convertida en prostituta con exceso de vanidad.
Todos la manosean a su antojo – ¿Son las redes sociales un problema real para las personas solitarias depresivas, ansiosas, vulnerables? Los contenidos más comunes son: “Cuarentena, cierres, delivery”, “Es probable que en las próximas semanas tengamos más casos que en la primera ola, “No tenemos fecha exacta para la llegada de las vacunas”, “Devuelta a cuarentena”, “Más despido masivos”, “Corrupción en tiempos de cuarentena, “Tres de cada diez hospitalizados podrían ir a UCI, pero ya no hay camas”, “Se incrementó la delincuencia”, “Más suicidios”, “Se incrementa el maltrato a las mujeres”; contenidos así, más allá de estar informados crea preocupación, ansiedad, estrés, conllevando a los trastornos psíquicos en síntomas orgánicos y funcionales, así como a la disminución de las defensas.
La clave está en contagiarnos de empatía, bañarnos de amor y solidaridad en estos momentos difíciles para cada uno de nosotros.
