La zona sur de Ilo, en las inmediaciones de los almacenes donde estacionan las unidades vehiculares que transportan carga nacional e internacional, se ha convertido en un foco de actividades ilícitas y problemas sociales. Este sector, que alguna vez fue un área tranquila, ha sido invadido por locales nocturnos y el creciente ejercicio de la prostitución.
José Luis Apaza, dirigente vecinal, ha expresado su profunda preocupación por la situación actual. Según Apaza, en los últimos meses ha aumentado notablemente la cantidad de ramadas que operan bajo la apariencia de restaurantes o puestos de venta de alimentos, pero que en realidad ofrecen bebidas alcohólicas durante toda la noche y fomentan la prostitución.
«En estos últimos meses se ha visto un aumento de ramadas que abren con la fachada de restaurantes y venta de alimentos, pero en realidad venden bebidas alcohólicas durante toda la noche y, como consecuencia, fomentan la prostitución», afirmó Apaza.
Anteriormente, solo existía un comedor frente a TRAMARSA, pero ahora la proliferación de estos establecimientos se ha extendido hacia la zona sur, en dirección a Cata Catas. Esta expansión descontrolada ha dado lugar a la construcción de casi 100 centros nocturnos improvisados, levantados con esteras y calaminas, que operan sin servicios básicos. La comunidad local desconoce cómo obtienen electricidad estos locales y si cumplen con las regulaciones de Defensa Civil.
Apaza cuestionó enérgicamente la inacción de las autoridades locales, que hasta ahora no han intervenido para controlar esta situación. «Son casi 100 centros nocturnos construidos con esteras y calaminas, que no cuentan con servicios básicos. Se desconoce de dónde obtienen la luz y si cuentan con la certificación de Defensa Civil. Prácticamente, son invasiones dedicadas al mal vivir», concluyó.
La falta de intervención por parte de las autoridades locales ha generado un ambiente de inseguridad y deterioro social en la zona.