POR: NOLBERTO ARATA HURTADO
Continúo compartiendo los recuerdos y distintos matices que nuestro Moquegua tuvo hasta finales del siglo XX.
El hotel “Los Limoneros”, en la calle Lima, era el más prestigiado. Con diseño europeo, tenía piscina, campo de tenis (ahora es el coliseo “Mariano Lino Urquieta”), amplios jardines, habitaciones individuales o matrimoniales y un amplio comedor, válido también para eventos sociales, políticos y bailes populares. Lamentablemente, ahora sin funcionar.
Nuestra ciudad también tuvo la emisora “Radio Moquegua”, auspiciada por la “Sociedad Filarmónica Unión Juvenil”. Se sintonizaba en Torata y hasta el fin del valle. La locutora era Lily Rivera Chávez y contaba con una muy buena discoteca administrada por Yoni Vargas, que, si no se ha perdido, es un verdadero tesoro para los coleccionistas. El profesor Hébert de la Flor creó un elenco de jóvenes para transmitir radionovelas con gran sintonía y aceptación; tan es así que Radio Nacional de Tacna quiso producir esas emisiones.
Se financiaba con ingresos constituidos principalmente por saludos cumpleañeros y avisos comerciales. Funcionaba en la cuadra cuatro de la calle Moquegua, que debieron abandonar porque un gran incendio destruyó todo. Luego, por colecta popular, cuotas especiales de sus socios y cooperación de comercios y una minera, compraron un terreno en la calle Ayacucho, donde está su actual local, construido con diseño moderno, amplio salón para eventos en el primer piso y, en el segundo, ambientes apropiados para el funcionamiento de la emisora, además de un pequeño auditorio que incluía un set para TV.
Los principales gestores que lograron el nuevo local fueron Miguel Ángel Fernández Dávila, fundador y presidente; Gaspar Zapata Luna, Óscar Becerra, Alfonso Chávez Vargas, Armando Valdivia, Felipe Yáñez Pinasco, entre otros. Participaban muy activamente, tanto que muchos decían: “Mira, éstos en su casa no hacen nada, pero aquí levantan ladrillos, se ensucian con tierra y hasta barren”. Tuve la oportunidad de ser locutor. Posteriormente, esta emisora dejó de funcionar y el mismo nombre lo tuvo la emisora de Guillermo Kuong.

Otras instituciones socioculturales que funcionan hasta la actualidad son el “Club Social Moquegua”, ubicado en la plaza, que agrupaba a la élite de la sociedad moqueguana y cuyos socios eran sólo hombres. Allí se realizaban ceremonias prestigiadas y de “alcurnia”, como coronación de las reinas de los distintos eventos, las celebraciones de aniversario de la ciudad, entre otras. Estaba acondicionado con mobiliario y equipos muy significativos, con arañas de cristal y otros muy distinguidos y apreciados, esto antes de la modificación de su local.
En la calle Lima, en la cuadra seis, está la “Sociedad de Artesanos Luz y Progreso”, institución que existe desde antes de la guerra con Chile. Tiene una biblioteca con libros de edición príncipe, verdaderos tesoros bibliográficos que testimonian el alto nivel cultural que había en nuestra ciudad. En la misma cuadra está la “Sociedad de Obreros y Agricultores”, que demuestra y representa la organización de los productores de la tierra y trabajadores en general. También cuenta con amplio local institucional.
Había clubes deportivos de fútbol y básquet que prestigiaban a Moquegua campeonando a nivel regional y que, en su momento, constituyeron el equipo de fútbol que nos representó en la inauguración del Estadio Nacional. Recuerdo al Independiente, Rojinegro, Santo Domingo, Huracán, entre otros.
Cuando el “Colegio La Libertad”, bajo la dirección de Humberto Oliveros Márquez, inauguró su piscina, construida con especial participación de los alumnos, hubo un concurso de natación con participación del campeón nacional, el campeón de Arequipa y la representación moqueguana integrada por, entre otros, Germán “Pecho de Lata” Morón y “La vieja” Cuéllar. La gran sorpresa y alegría para Moquegua fue que Germán ganó la competencia.
Emociones y momentos que seguiré compartiendo.


